Hay un instante de la temporada en el que la clasificación parece la mesa desordenada de un estudiante de secundaria: los pequeños delante, los grandes detrás. Es el momento de soñar.
Hay que tener mucha clase para ser el ídolo de una de las aficiones más exigentes del mundo, pero todavía hay que tener un poco más para encima serlo llevando el '5'.
Híbrido entre lateral y extremo, se adueñó de la banda derecha del Levante durante una década, al punto de convertirse en el jugador con más partidos de la historia del club.
Recreamos un capítulo histórico aunque poco conocido: el beso de un poeta que encontró a Zamora en la cárcel en los tiempos de la guerra y lo sacó del listado de futuros fusilados.
Cuando ya nos habíamos familiarizado con un fútbol en el que no era protagonista, Isco fichó por el Betis, admitió que vivió un calvario y que tuvo que trabajar en su salud mental y reanudó el vuelo.