La violencia ha hecho que los terrenos de juego, en ocasiones, se conviertan en un infierno para los colegiados principiantes, que reciben insultos y, en los peores casos, amenazas de muerte.
Con la pasión por el fútbol pasa lo mismo que con el amor, la rabia o la tristeza: hace tanto tiempo que están ahí que no sabrías precisar cómo surgieron, cuándo empezaron.
Damas y caballeros, el futuro ya está aquí (sí, otra vez) y esta vez viene para quedarse (sí, otra vez). Ocupen su localidad si es que no lo han hecho ya.
Hace 100 años André Breton publicó su ‘Manifiesto del surrealismo’, acta fundacional de un movimiento artístico que quiso sobreponerse a lo racional. También el fútbol ha ofrecido momentos decididamente surrealistas.
Hay quienes dicen que los buenos futbolistas nunca son guapos. De hecho es, hasta cierto punto, un hándicap. Es como si a los guapos se les exigiese más por el mero hecho de serlo.