El 26 de julio de 1993 fue un día triste por el fútbol español por la muerte de Jesús Castro, exportero del Sporting y hermano de Quini, ahogado en una playa cántabra.
Casi nadie lo recuerda e incluso cuesta encontrar su nombre bien escrito en crónicas y archivos de la época. Pero Günter Ebert estuvo a punto de triunfar en el Barça. Tenía que ser el sucesor de Ramallets.
Cuando a Maradona le preguntaron por el mejor marcaje que recordaba, habló de su primer partido liguero con el Barcelona en el Camp Nou, y de este jugador del Valladolid.