No hace falta perder para tener que coger las maletas e irte a casa en un Mundial. No es algo necesario. No lo es. Así de duro puede llegar a ser un evento como este. Sin hincar la rodilla en ningún encuentro, Costa Rica quedó eliminada en Brasil’14. Una fase de grupos casi perfecta. En el primer encuentro, un 3-1 ante Uruguay; en el segundo, un 1-0 a Italia; y, en el tercero, un empate a cero contra Inglaterra. Esos fueron los resultados de los ticos en el Grupo D. Siete puntos de nueve posibles. La puntuación de Costa Rica igualaba los Mundiales que suman los charrúas, los Azzurri y los Pross. Siete Copas del Mundo.
Después de pasar como primeros, los discípulos de Jorge Luis Pinto se enfrentaron a Grecia en los octavos de final. Los 90 minutos acabaron y el marcador reflejaba un empate a uno. Los costarricenses siguieron adelante tras superar a los helenos en la fatídica ronda de penaltis. Tras octavos, cuartos. En esta ocasión, el rival era Países Bajos. Tablas al terminar el tiempo reglamentario. Otra vez, la suerte de los once metros. Ni Van Persie, ni Robben, ni Sneijder, ni Kuyt erraron sus lanzamientos. Los tulipanes accedieron a la semifinal y los ticos, sin caer derrotados en ningún encuentro, se marcharon de la Copa del Mundo. Eso sí, deslumbraron en el mayor evento futbolístico del planeta tierra.