En el Mundial 82, Graziani y Paolo Rossi, delanteros estrella de Italia, contaron con la ayuda de un talento a la sombra para ser campeones del Mundo: Alessandro Altobelli.
Cuando solo faltaba un escalón para llegar a una altura nunca alcanzada, en el Mundial de 1974, Alemania Federal se cruzó en el camino de la selección polaca.
El fútbol cuenta relatos para hacernos entender el mundo. En Berna transcurrió uno de esos cuentos. Y Maximilian Wilhelm Morlock fue quien lo protagonizó.