La selección de Suecia fue de las últimas que se unieron a la fiesta de la próxima Copa del Mundo. Por el camino, el país escandinavo, tuvo que dejar atrás a leyendas propias y ajenas para regresar a una cita mundialista tras dos ediciones fuera de combate. Sin el héroe nacional, Zlatan Ibrahimovic, y sin que se le espere para acudir junto a otros 22 suecos a Rusia, los Blågult estremecieron al mundo balompédico tras apear de manera sorpresiva a Gianluigi Buffon del que hubiera sido su sexto Mundial, un récord sin precedentes. Cosas de un deporte que no entiende de justicias, privilegios ni imposibles.
Así, Suecia disputará su duodécima Copa del Mundo sin grandes nombres en la plantilla de un Jan Olof Andersson que ha sabido contrarrestar la carencia del referente que en su día tuvo la selección con el propio Ibrahimovic, Henrik Larsson o Melberg para formar un sólido bloque donde todos reman en una misma dirección.

