El delantero sueco colgó las botas dejando una hemeroteca para la historia con mucho fútbol y una retahíla de frases que formaron un jugador único, en todos los sentidos.
En el césped, en la grada o en el sofá de casa. No importa el lugar. Cuando el encargado presiona el play y suena la primera nota del himno de la Champions, alcanzamos el Nirvana.
¿Cómo pasó Junior Messias de repartir frigoríficos con 21 años a debutar en la élite con 29 y jugar unas semifinales de Champions con 31? Esta es la curiosa historia del futbolista del Milan.