Polonia, al igual que otros países europeos, está en manos de un partido ultranacionalista, y en los últimos meses se ha desatado la polémica debido a una ley sobre el Holocausto. A principios de año, el gobierno polaco aprobó una ley que revisa lo que ocurrió a mediados del siglo XX. Varios guías de Auschwitz critican que se está realizando una campaña contra ellos. Incluso uno de los trabajadores fue increpado durante una visita guiada por parte de un grupo antisemita.
Los empleados del campo de concentración acusan al gobierno de Polonia de incitación al odio. La actual ley quiere evitar, con penas de hasta tres años de cárcel, que se utilicen términos como “campos de concentración polacos”, de esta manera el gobierno pretende que no exista relación entre Polonia y los crímenes de la Alemania nazi.