Entre los años 2014 y 2016, Grzegorz Krychowiak fue uno de los medios más cotizados de Europa, su nombre se relacionaba con los mejores equipos del continente. Y no era para menos, venía de ser el timón de un Sevilla doble campeón de la Europa League. Su despliegue físico era terrible, dominaba a casi cualquier rival. El club andaluz lo firmó del Reims y en apenas dos temporadas su valor económico aumentó muchísimo, tanto que el PSG pagó por sus servicios cerca de 30 millones de euros.
Krychowiak era la pieza que Emery había requerido para París, pero lo que parecía ser un binomio de éxito terminó siendo todo lo contrario. A sus 28 años, el valor del mediocentro polaco se ha desplomado. En el PSG, no tuvo el protagonismo ni los minutos que sí había tenido en el Sevilla. Es por eso que, en enero de 2018, el conjunto francés decidió cederlo al West Brom. Daba la impresión de que el cambio iba a ser beneficioso para ambas partes, el equipo inglés necesitaba salir de la zona baja de la tabla y el futbolista polaco, revitalizar su carrera. Pues bien, el experimento no salió bien. El West Brom ha terminado último en la Premier League y Krychowiak todavía ha dejado más dudas sobre su estado de forma.