55 goles han sumado esta temporada los ocho delanteros que ha convocado Aliou Cissé para el Mundial. No es una cifra muy alta para ser tantos jugadores ofensivos, pero también es cierto que no todos ellos son la referencia ofensiva de sus equipos y que, además, muchos no vienen de hacer un gran año.
Moussa Konaté ha sido el máximo goleador con 13 dianas; gracias a sus cifras, el Amiens no ha sufrido para mantener la categoría. Posiblemente salga este verano. Su segundo máximo artillero ha sido Sadio Mané, del tridente del Liverpool ha sido quien menos ha anotado esta campaña con diez goles, aunque su trabajo es otro. Keita Baldé no ha terminado de repetir en Mónaco los números que había hecho en la Lazio: ha pasado de los 16 goles en la Serie A a los ocho en la Ligue 1. El año de Mame Diouf con el Stoke ha sido muy flojo, de hecho sus seis tantos son una de sus peores cifras. Otros tres que no han subido sus números han sido Sarr, Niang y Sakho. Pero el que más sorprende, por sus pocos goles, es Moussa Sow, un veterano delantero que nos tiene acostumbrados a ser un goleador en cada uno de los clubes para los que ha jugado.