En el césped, en la grada o en el sofá de casa. No importa el lugar. Cuando el encargado presiona el play y suena la primera nota del himno de la Champions, alcanzamos el Nirvana.
Que a Julián Álvarez se le exija brillar a la sombra de Haaland, y que aún así lo haga, no hace más que confirmar la magnitud de uno de los mejores futbolistas del mundo en su posición.
Algún día estaría bien preguntarles a los madridistas por qué no dejan de ganar, y que estos contestaran, sinceros, que es que se sienten campeones, y los campeones, que ellos sepan, no pierden.
La Copa de Europa siempre había sido un trofeo con forma de jarrita, hasta que apareció un orfebre alemán, pegó un estirón, le crecieron las orejas y se convirtió en la Orejona.
El 'calcio' ha vuelto a tener tres representantes en los cuartos de final de la Champions, como en el año 2005-2006. Entonces fueron la Juve, el Inter y el Milan.
Messi ha vuelto a caer en la Champions. Por primera vez, sin embargo, entendemos ese revés como un giro previsible, y el escozor es distinto, porque encaja en el guion.
Un inolvidable disparo del pelirrojo centrocampista abrió el camino hacia la tercera 'Champions League' de los 'Red Devils' y sentenció al Barça de Frank Rijkaard.
Muchos partidos a la misma hora y en una sola pantalla. Sinónimo de felicidad para los fetichistas que cantan los goles del Barça, el Madrid y el Dnipro la misma noche.