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Los dos partidos que enemistaron a Maradona con el Madrid

El Real Madrid se midió por primera vez al Nápoles en una eliminatoria de la Liga de Campeones de la campaña 1987-1988, muy marcada por la presencia de Maradona

maradona

La primera referencia al Nápoles que se puede leer en la hemeroteca de El País fecha del 27 de octubre de 1979 y está protagonizada por el árbitro Emilio Guruceta, supuestamente al final de un partido contra el Standard de Lieja en el que expulsó a dos jugadores del cuadro transalpino y sacó otras nueve tarjetas amarillas. Según el periódico italiano Il Mesaggero Guruceta se dirigió a los futbolistas del Nápoles en los siguientes términos: “Vosotros, los italianos, sois, como los españoles, todos unos hijos de puta”. El colegiado, en unas declaraciones recogidas por El País, argumentó que se sentía “profundamente vasco-español” y afirmó que “es cierto que me negué a estrecharles la mano, pero fue porque venían en plan de mofa. El insulto no es mi estilo. Todo esto es una treta del Nápoles, un equipo de gran indisciplina deportiva. Y con una gran laguna incluso cultural. Es más, no estoy satisfecho de mi actuación. Hubiera tenido que expulsar a todo el Nápoles. Protestaban a cada instante. Me intentaron hacer la vida imposible”.

Las siguientes referencias ya datan de la segunda mitad de los ochenta y son noticias que vinculan el futuro de Diego Armando Maradona con el Real Madrid, con declaraciones del jugador abriendo la puerta a vestir de blanco. Fuera por deseo o para obtener una renovación en San Paolo. “Me gustaría jugar algún día en el Real Madrid, pero, por ahora, lo veo difícil. Además, el Real Madrid no me necesita por la categoría de los jugadores de su plantilla”, aseguró el día 15 de noviembre de 1986, meses después de conquistar el Mundial de México, en Madrid. Había viajado a la capital española para participar en el programa Estudio Estadio.

En diciembre reconoció “haber mantenido conversaciones con Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid, para su fichaje”, según El País. “El problema es que la gente tiene miedo de venir a buscar a Maradona. Mendoza me preguntaba cosas y yo le decía que generalmente los presidentes creen que no se puede comprar a Maradona. Es mentira eso. Maradona es comprable hoy. Y a medida que va pasando el tiempo el precio de Maradona va bajando seguramente. No porque yo juegue mal, sino porque al Nápoles le van quedando menos posibilidades de venderlo, pues el contrato se va acabando. Al Nápoles le va a interesar vender a Maradona para ganar dinero, porque si no, cuando termine su contrato, pagando lo que estipule la UEFA, vendría Mendoza y se lo llevaría. Al Nápoles eso no le va a gustar”, dijo.

 

El azar emparejó al Madrid y al Nápoles en la primera eliminatoria de la Liga de Campeones. El Madrid había conseguido la segunda de las cinco ligas seguidas de la Quina del Buitre y el Nápoles había alzado el primer Scudetto de su historia

 

Añadió que “quiero despedirme del fútbol en mi país, pero del fútbol grande, en el Real Madrid, por ejemplo, si se da el caso, y si no aceptaría una oferta que tengo desde Inglaterra desde hace mucho tiempo”. El día después dijo que cumpliría su contrato en Nápoles y que solo dejaría el equipo con la autorización del presidente, Corrado Ferlaino. Al cabo de una semana Ferlaino respondió en La Gazzetta dello Sport: “He dicho mil veces que no he vendido ni venderé a Maradona. Aparte de mi intención de no venderle, existen motivos objetivos por los cuales no puedo traspasar al futbolista: no es mío. No es mío porque no lo compré con mi dinero, sino con el dinero de los tifosi napolitanos. Maradona, por tanto, pertenece a los napolitanos y, como un bien público, sólo puede venderse tras un referéndum popular”.

El azar emparejó al Madrid y del Nápoles en la primera eliminatoria de la Liga de Campeones del curso siguiente (1987-88). El Madrid había conseguido la segunda de las cinco ligas seguidas de la Quina del Buitre y el Nápoles había alzado el primer Scudetto de su historia. Tras el sorteo Maradona volvió a reconocer que existía la posibilidad de que fichara por el Real Madrid y añadió que le parecía “una barbaridad” que los campeones español e italiano pudieran cruzarse en la primera ronda. También confesó su ilusión por debutar en la máxima competición continental: “De pequeño, soñaba con poder jugarla. Ahora, el Nápoles, un gran equipo, con calidad y experiencia, me brinda esa ocasión”. Unos días después, tras ser silbado por la hinchada del Nápoles después de fallar un penalti en un amistoso perdido contra Rosario Central, afirmó: “Este Nápoles ya no me gusta. Estoy mareado por los silbidos. La gente no ha demostrado madurez. Después de 1989, cuando acabe mi contrato, ya no me silbarán más porque me largaré de aquí”.

El partido de ida ante el Madrid se jugó el 16 de septiembre. El cuadro blanco había abierto del curso con tres goleadas: al Cádiz por 0-4, al Sporting por 7-0 y al Zaragoza por 1-7. “Ni Maradona ni el Nápoles tienen miedo a nadie. Alguien le está faltando el respeto al Nápoles: nosotros no somos ni el Sporting ni el Zaragoza, somos el actual campeón de la Liga y la Copa de Italia”, dijo Maradona, “muy enojado” y de nuevo hablando de él en tercera persona, al aterrizar en el aeropuerto de Barajas. “Se han cargado las tintas con eso del miedo, lo que demuestra una falta de respeto hacia un equipo que ha sido capaz de ganar en la misma temporada el Scudetto y la Copa de Italia. Nos preocupa el Madrid, pero nosotros también tenemos que preocuparles a ellos. No venimos de vacaciones, sino a ganar, aunque es un choque de 180 minutos”, remarcó el ’10’. Reiteró su ofrecimiento al Madrid (“A cualquier jugador del mundo le gustaría actuar en el Madrid, por su historia, por todo”) y también contestó preguntas sobre el Barça y la crisis que vivía: “Núñez va a dejar el Barça como un desierto. Sabrá poner ladrillos, pero de fútbol no tiene ni idea”.

También en la previa del partido, el técnico italiano, Ottavio Bianchi, aseguró que el Real Madrid era el favorito por su “gran experiencia en competiciones europeas”. Unos días antes ya había definido al rival como “un reloj que funciona de maravilla”. “El Madrid ha reunido el mejor equipo de los últimos años, aunque no acudiremos al Bernabéu sólo para limitar los daños. Intentaremos imponer nuestro juego”, añadió. El técnico del Madrid, Leo Beenhakker, por su parte, preparó una simulación en los días previos: “El entrenamiento consistió en un partido formal contra el Castilla y los jugadores de este equipo fueron obligados a meterse en la piel del Nápoles. Vistieron camisetas azules y a cada jugador se le adjudicó el papel de uno del Nápoles. ‘Tú serás De Napoli, tú, Bagni, tú, Renica, tú, Careca. Y tú, Vílchez, serás Maradona'”, contó a El País.

El día D Beenhakker formó de inicio con Buyo; Chendo, Sanchís, Tendillo, Solana; Míchel, Martín Vázquez, Gallego, Gordillo; Butragueño y Santillana y el Madrid se impuso por 2-0, con goles de Míchel, de penalti sobre Sanchís, y de Fernando de Napoli en propia portería. En el resumen de YouTube se ven vallas publicitarias de Cepsa, Danone, Gin Larios, Mahou, Pegaso, Philips, Seat, Soberano. El Bernabéu estaba vacío por la sanción de la UEFA por los hechos acontecidos en el encuentro contra el Bayern de Múnich. Solo pudieron entrar al estadio 499 personas: “Sendas delegaciones oficiales de 70 personas por equipo más 359 informadores acreditados. La prensa escrita acreditó 204 informadores; la radio, 70, y la televisión, 24, y tras las porterías, y en algunos casos repartidos por las gradas, hubo 61 fotógrafos”, según El País.

 

El Bernabéu estaba vacío por la sanción de la UEFA por los hechos acontecidos en el encuentro contra el Bayern de Múnich. Solo pudieron entrar al estadio 499 personas

 

“El silencio y el vacío ocultaron y empobrecieron un gran partido de fútbol. La experiencia confirma que el gran espectáculo futbolístico tiene un elemento principal en la escenografía. El Madrid y el Nápoles jugaron un partido intenso, duro, lleno de acciones de calidad, con suficientes ocasiones de gol, pero resultó desangelado. El Madrid logró un resultado esperanzador para el partido de vuelta donde habrá que temer la dureza del Nápoles, ya apuntada ayer. Sobre el anoche fantasmal césped del Santiago Bernabéu, los dos equipos hicieron el esfuerzo de sobreponerse al vacío que la ausencia de 100.000 personas provoca. Es difícil decidir si le consiguieron o no. El ambiente era extraño. Recordaba un partido de Copa entre Terceras, de noche de invierno y con lluvia. Y, sin embargo, era un partido de Copa de Europa, entre dos de los mejores equipos que puedan existir y ante un estadio cargado de historia, aunque vacío de público. Cada impacto de la bota con el balón resonaba con extraños ecos y gritos como ‘a Rafa’, ‘mía’, ‘ay’, ‘que no se escape’ y otros que queda feo reproducir en letras de molde eran claramente perceptibles”, relató Alfredo Relaño en su crónica justo antes de hablar de Maradona y sobre su “abandono físico”: “Es casi escandaloso y disminuye mucho sus posibilidades”.

El partido fue duro y acabó con insultos y amenazas en el túnel de vestuarios: “Alí pudieron escucharse gritos como ‘a ése habría que partirle la cabeza’, ‘en Nápoles nos veremos’ y similares y algún que otro salivazo napolitano. Bagni llegó más lejos. En su pugna con Beenhakker, que le había llamado ‘mafioso’, llegó a tirarle una bolsa de hielo que no llegó a su destino, sino a la frente de un fotógrafo”, relató El País. Al final del partido Míchel habló de la dureza de Bagni: “Si hay un jugador que actúa de la forma que lo hace y el árbitro se lo consiente el problema no es suyo, sino del árbitro. ¿Que puede ser terrible el ambiente y la dureza en Nápoles? Más de la que han mostrado aquí va a ser difícil”. Maradona dijo: “El Madrid tiene más posibilidades que nosotros de pasar la eliminatoria porque han ganado, pero yo lo garantizo: le será duro”.

En los días siguientes redobló su amenaza: “El Madrid no se debe ilusionar pensando que ya ha pasado la ronda. Nosotros les devolveremos el mismo tratamiento: haremos pressing, podremos dar alguna patada, como las que dieron ellos, y seremos malos como ellos”. “Si un día dije que me habría gustado jugar en el Real Madrid, debo decir que ahora me gustaría un poco menos”, añadió tras un entreno en San Paolo. Prueba de la pasión que despertaba Maradona, fue un entrenamiento “muy accidentado, tanto que Bianchi suspendió la sesión cuando la policía cargaba con gases lacrimógenos contra los aficionados y un helicóptero militar aterrizaba en el campo. Todo empezó cuando un grupo de un centenar de seguidores irrumpieron en Gran Paradiso, un recinto cerrado donde se entrena normalmente el equipo, y quisieron forzar las verjas para ver el entrenamiento de los jugadores del Nápoles. La policía se vio obligada a dispersarlos”, según El País.

 

“Si un día dije que me habría gustado jugar en el Real Madrid, debo decir que ahora me gustaría un poco menos”, comentó Maradona tras el polémico partido de ida

 

Cuando el Madrid aterrizó en Nápoles “en torno al avión se concentraron casi todos los trabajadores de la instalación, que abuchearon a los madridistas y corearon el grito de ¡Diego, Diego! En el mirador del edificio terminal algunos centenares de tifosi gritaban, agitaban el puño con los dedos índice y meñique estirados o lanzaban cortes de mangas. El Madrid fue embarcado en el autocar por una salida disimulada. Pero, cuando advirtieron la caravana los tifosi la rodearon, gritaron y atacaron el autocar por detrás con algunas pedradas y un botellazo”. El Madrid durmió a unos cincuenta quilómetros de Nápoles para ganar tranquilidad, pero fue difícil. “En número de 500 lanzaron piedras, objetos y huevos al autocar del Real Madrid, a su salida del estadio San Paolo tras el protocolario entrenamiento. La policía cargó para impedir males mayores y protegió, también, las inmediaciones del hotel, aunque no pudo impedir que muchos seguidores, en sus automóviles, insistieran en hacer sonar el claxon para aumentar el clima de tensión”, contaba la previa del partido. La vuelta se disputó el miércoles 30 de septiembre.

Giovanni Francini aprovechó un error de Buyo para avanzar al Nápoles en el minuto 9 y alimentar las esperanzas locales, pero Butragueño anotó el 1-1 ya definitivo en el 43′ y tras una gran asistencia de Hugo Sánchez. “El Madrid tiene siempre, juegue bien o no lo haga, un arma: la tremenda calidad de todos su miembros. Desarticulado como estaba, consiguió alcanzar el gol del empate. Fue un relámpago de espléndido fútbol, un gol inapelable construido en décimas de segundo”, escribió Relaño en su crónica. El gol fue “un rasgo de genialidad, un encuentro de inteligencia construido entre Hugo y Butragueño”. El Nápoles “terminó en cuanto encajó ese gol”. El Madrid eliminaría al Porto, vigente campeón, y al Bayern en octavos y en cuartos de final y caería en las semifinales por el valor doble de los goles a domicilio ante el PSV, a la postre campeón tras derrotar al Benfica en la final de Stuttgart. Maradona solo jugaría cuatro partidos más con la pelota de la Liga de Campeones: en el curso 1990-1991, con el Újpesti y con el Spartak de Moscú.

Cuando el Madrid visitó Nápoles el rey Juan Carlos estaba de viaje institucional, según la hemeroteca de El País: “El rey don Juan Carlos sorprendió ayer a los periodistas que siguen su viaje por Estados Unidos cuando les preguntó por el resultado del partido. Nadie supo darle una respuesta. “¡Vaya prensa!”, dijo, bromeando, el Rey. “Voy por delante de vosotros. El Madrid ha empatado”. El Rey llevaba ventaja. Un técnico del centro de comunicaciones que la NASA tiene en Pasadena (California), desde donde, entre otros, se sigue el vuelo del Voyager, ante el interés de don Juan Carlos, comunicó con la estación de Robledo de Chavela (Madrid) y consiguió el resultado. Don Juan Carlos mostró su alegría por el resultado favorable al Madrid y comentó: “Y eso que Maradona decía que iba a ir dando patadas”.

 


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