El francés, largo y robusto, ideal para desarticular los ataques del enemigo, controlaba el balón como si jugara descalzo y pudiera sentirlo en la planta del pie.
El curso pasado, con un gol en el descuento, el Arsenal se sintió otra vez campeón de la Premier. Pero el sueño no llegaría a cumplirse. Este texto está extraído de la revista The Blizzard.
Bukayo Saka ha cumplido nuestro sueño: ser el ídolo de nuestro club de infancia y devolverlo a lo más alto. Haciendo valer su nombre, ‘God has added joy to my life’.
Eddie Nketiah parecía destinado otro año más al ostracismo del banquillo. La baja de Gabriel Jesus le ha abierto las puertas del once, y permite al Arsenal seguir soñando.
Está por ver hasta dónde es capaz de llegar este Arsenal, pero no se puede negar que Mikel Arteta, en su primer proyecto, está levantando todo un rascacielos.