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La paz interior de Xhaka en el Arsenal

El centrocampista suizo se marchará del Arsenal seis años después en paz y con un título muy especial: la reconciliación con la afición 'gunner'

La paz interior de Xhaka en el Arsenal

Granit Xhaka tiene una respuesta clara a la pregunta de ‘¿En qué momento cambió todo y empezó a joderse?’: 27 de octubre de 2019. El Arsenal empataba 2-2 contra el Crystal Palace en el Emirates Stadium. Los ‘Gunners’, entonces dirigidos por Unay Emery, dejaron escapar la ventaja que tenían en el marcador. Llegados al minuto 61, Emery optó por sustituir a Xhaka por Bukayo Saka. Fue ahí cuando el internacional suizo, tres años después de su fichaje, vio cómo se torcía su camino en el club londinense.

Xhaka recibió abucheos por parte de la grada y él, un tipo con mucho carácter, no se quedó impasible ante la escena. Mano en la oreja de camino a los vestuarios mientras se quitaba la camiseta. Su respuesta era clara: “Fuck off”. Quizás otro jugador hubiera intentado controlar su reacción. Pero para Granit, un jugador de origen albanokosovar que celebra goles contra Serbia con la doble águila albanesa en recuerdo a su familia, el honor y la autodefensa estaban por encima de todo. La armonía del suizo en el Arsenal se quebró. En su mente sonaban los versos de Juancho Marqués en Paz Interior: “En mi cabeza ese constante ‘y qué sabrán ellos?’, ellos qué cojones sabrán acerca de mí y de mi alma”.

El mediocentro, que llegó al Arsenal en 2016 después de brillar en el Borussia Mönchengladbach, generaba muchas certezas en Arsène Wenger. “Tenemos un estilo de juego basado en pases más cortos que otros equipos, así que tener un jugador que pueda realizar un balón largo nos da más posibilidades de coger oxígeno y espacio. Tiene un buen motor, una buena estatura, es bueno en el juego aéreo y un buen equilibrio en su juego”, afirmó el técnico a The Telegraph en 2016. Sin embargo, esa seguridad no se trasladaba a la afición. Todo lo contrario: los seguidores cada vez tenían más incertidumbres. Estas crecieron especialmente cuando, con Emery como responsable del banquillo ‘gunner’, Xhaka se convirtió en uno de los capitanes del equipo en 2019. En un partido contra el Aston Villa ya recibió sus primeros pitidos y el encuentro contra el Crystal Palace fue la gota que colmó el vaso.

Está destrozado”, explicaba Unay Emery después del choque. Xhaka quería encontrar su paz interior y no sabía por dónde empezar a buscar. Le dolía que se pusiera en duda su compromiso con el club, tal como expresó en un comunicado. Todavía más que una parte de la afición le enviara mensajes deseando la muerte de su mujer. Algunas personas, como Juancho, prefieren expresarse abiertamente de una forma u otra. En cambio, otras prefieren empezar de cero en otro lugar, usando la política de tierra quemada en el caso de ser necesario. Con o sin llamas, Granit se planteó más de una vez dejar el Arsenal tras los incidentes. Sin embargo, con el final del ciclo de Emery, apareció un ángel de la guarda llamado Mikel Arteta. El actual entrenador ‘gunner’ fue clave para convencerle de su continuidad, hasta el punto de devolverle la capitanía, sólo por detrás de Martin Ødegaard.

 

Xhaka se planteó dejar el Arsenal tras varios incidentes. Sin embargo, apareció un ángel de la guarda llamado Mikel Arteta. El entrenador español fue clave para convencerle de su continuidad, hasta el punto de devolverle la capitanía

 

Finalmente Xhaka ha logrado reencontrar la paz interior entre pases cortos y largos. Entre recuperaciones y buenas salidas de balón, entre goles y asistencias. Aunque el Arsenal finalmente ha caído en la batalla por la Premier League ante el Manchester City, el internacional suizo ha sido uno de los principales responsables de devolver la ilusión a la afición ‘gunner‘. Las esperanzas no sólo han vuelto desde los números, fríos por naturaleza, sino también por el arte de las formas. El internacional suizo ha devuelto a Arteta la confianza que le dio usando el vocabulario de su idioma futbolístico en el césped. Transmitiendo la misma idea, Granit y Mikel han tenido durante los dos últimos años una relación recíproca con la reivindicación desde sus respectivas posiciones como nexo común.

Granit Xhaka pone punto y final a su andadura como ‘gunner‘ con el cierre de la temporada actual. El suizo pondrá rumbo hacia el Bayer Leverkusen, donde le espera con los brazos abiertos otro entrenador vasco: Xabi Alonso. Xhaka puede presumir de haber ganado dos FA Cups y dos Community Shields. Sin embargo, su mayor título es haber cumplido un anhelo: “Mi deseo es que volvamos a respetarnos, acordándose de las razones que nos llevaron a enamorarnos de este juego”. Xhaka se despedirá del Emirates con el orgullo de acabar un camino torcido habiendo encontrado la paz interior, algo que todos no pueden decir.

 


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Fotografía de Getty Images.