38 años tiene el estandarte de la selección: Tim Cahill. El veterano centrocampista disputará en Rusia su cuarto Mundial. Y no llega para pasar el rato. No en vano, su papel en la fase de clasificación ha sido de nuevo decisivo: un doblete (con sendos testarazos -cómo no-) salvó a los suyos y sirvió para eliminar a Siria en el play-off.
Con 50 tantos, Cahill es actualmente el máximo goleador de la historia de su país. También en los Mundiales, habiendo marcado cinco de los once goles australianos en estos certámenes. Su periplo en los últimos tiempos por EE.UU. y después por China hacían presagiar los últimos coletazos, más cuando en 2016 regresó a Australia para jugar en Melbourne. Pero el bueno de Timmy tiene carrete para rato y este invierno su destino le llevó a Inglaterra, volviendo al Millwall, donde todo empezó 20 años atrás. Un fichaje que respondía a la voluntad de seguir a un alto nivel competitivo y llegar en forma a la nueva cita mundialista. En Rusia se le presenta un reto mayúsculo.
En la última estación de su carrera puede igualar a Pelé, Uwe Seeler y Miroslav Klose, consiguiendo el récord de anotar en cuatro mundiales consecutivos. ¿Lo logrará?