La Canarinha del baile ‘sambero’ y la irreverencia de los regates de Neymar. La Canarinha pentacampeona del mundo. Brasil, el combinado nacional que más trofeos tiene en su haber de este calibre. La selección que quiere dejar en una mala noche el recuerdo nefasto de la goleada encajada frente a Alemania en el pasado Mundial. En esa ocasión, en la propia casa de los brasileños, los germanos le endosaron un serio correctivo a la anfitriona de aquella cita mundialista. En el Estadio Mineirão se produjo un 1-7 que, algún tiempo después, aún suscita comentarios jocosos entre jugadores y exjugadores de ambos combinados (véanse los ejemplos de Toni Kroos o Ronaldo Nazário).
Con esta premisa, la de olvidar el último fracaso de un país que vive de manera ferviente el fútbol, llega Brasil a Rusia. La nación de las matrioskas verá el segundo acto del astro del PSG en un evento de estas magnitudes. El ’10’, como ya lo hicieran Pelé, Ronaldo, Ronaldinho o Rivaldo, entre otros muchos, tiene la misión de guiar a su selección hacia su sexto campeonato del mundo. De esta manera, y si consigue levantar con el brazalete de capitán el torneo, Neymar se consagrará en el altar de los futbolistas brasileños más importantes de la historia.

