Olvidarnos por un instante de la cualidad distintiva de Haaland, Mbappé o Guardiola, y reflexionar sobre sus capacidades secundarias, ajusta mejor su dimensión.
En una misma semana, Erling Haaland y Jorge Molina han sido noticia. Más allá de compartir posición, no podrían vivir en polos más opuestos. Pero el fútbol los necesita a ambos.