Durante el penúltimo partido de la fase de clasificación para la Euro 2016, jugado en casa en octubre contra Israel, miles de aficionados cantaron una canción una y otra y otra vez, incluso con acompañamiento de la banda musical Barry Horns. La melodía era extraída de un éxito de hip-hop del año 1987, Salt ‘N’ Pepa ‘Push it’, y la letra era simple: “Hal Robson…Hal Robson-Kanu / Hal Robson…Hal Robson-Kanu” y así sucesivamente a lo largo de diez minutos, mientras los fans saltaban de alegría. Gareth Bale es el mejor solista de Gales, pero Robson-Kanu, el delantero talismán del equipo, simboliza como nadie su espíritu.
Convertirse en un símbolo de orgullo de Gales no fue fácil para un jugador nacido en el oeste de Londres y que además representó a Inglaterra a nivel sub10 y sub20 antes de comprometerse con la selección galesa gracias a la nacionalidad de su abuela, nacida en Caerphilly. Pero precisamente el hecho de que nada haya sido fácil en la vida de Robson-Kanu es una de las claves que explican su popularidad y algo que sin duda ha ayudado a que hayan hecho de él el emblema de un país que ahora está preparado para jugar su primer torneo internacional desde 1958.
Robson-Kanu firmó con el Arsenal cuando tenía 10 años, pero fue descartado por el club ‘gunner’ porque su evolución no mostraba signos de acabar convirtiéndole en el potente atacante que es hoy en día. “Yo era uno de los jugadores más bajitos del equipo”, explicó más tarde. “No era lo suficientemente rápido, fuerte y grande”. Pero Brendan Rodgers, el director de la academia del Reading y quien posteriormente se convertiría en entrenador del Liverpool y del Celtic, entre otros, detectó su talento y se lo llevó al Reading. Aunque todavía había más reveses reservados para el entonces aspirante a jugador del combinado nacional inglés: poco después de su llegada sufrió una grave lesión de ligamentos en la rodilla que le dejó inactivo durante más de un año. Al recuperarse de ese calvario, volvió a lesionarse de nuevo la rodilla, golpe que le condenó a otra larga ausencia. En total, se perdió casi tres años de fútbol. Pero volvió más fuerte –y más alto, habiendo alcanzado el metro ochenta – para pasar a convertirse en una de las más brillantes promesas de Inglaterra. Esto le brindó la posibilidad de estrenarse con las categorías inferiores del país. Hizo su primera aparición en el primer equipo del Reading en la primera jornada de la temporada 2009-10, campaña en la cual decidió cambiar la lealtad deportiva y empezar a jugar para Gales con la sub21. En mayo de ese mismo año, debutó internacionalmente en una derrota por 2 a 0 frente a Croacia.
Gareth Bale es el mejor solista de Gales, pero Robson-Kanu, el delantero talismán del equipo, simboliza como nadie su espíritu
Robson-Kanu lleva en el Reading 11 años y sus fans se ven ahora divididos por lo que piensan sobre la probabilidad de que el jugador abandone el club. El jugador, de momento, no ha firmado un nuevo contrato, y se comenta que está esperando la Eurocopa para reivindicarse y atraer mejores ofertas. Y lo cierto es que es muy probable que deje buenas sensaciones. Esto no significa necesariamente que vaya a marcar goles o a deslumbrar a todos con su astucia, sino que va a seguir siendo tan efectivo como lo ha sido durante la fase de clasificación, en la que solo marcó un tanto pero resultó decisivo en los éxitos del equipo.
El logro de Coleman ha sido forjar una verdadera sinergia, elaborando un sistema que hace de Gales un equipo sólido a la vez que permite a sus jugadores más desequilibrantes, Bale y Aaron Ramsey, hacer todo el daño posible al rival. El entrenador fue criticado en un principio por parecer demasiado reservado cuando el cuadro raspó una victoria por 2-1 contra Andorra en su primer encuentro de clasificación. Pero la solvencia de su sistema pronto quedó demostrada: el cambio a tres defensas centrales, un par de centrocampistas y dos carrileros ayudó a compactar el equipo, mientras que la fijación de un delantero centro brindó a Bale y a Ramsey más espacio para desarrollar su talento. Dicho papel fue confiado con frecuencia a Robson-Kanu, que normalmente juega de extremo, pero que acabó interpretando la posición magníficamente. A menudo, muchos extremos han visto su rendimiento caer en picado cuando se les ha pedido que se desenvolviesen en la punta del sistema. Pero no ha sido el caso de Robson-Kanu.
En la victoria contra Israel se vivió un momento para enmarcar. Los israelíes habían derrotado a Bosnia y Herzegovina por 3-0 en el anterior partido y esperaba con ganas a Gales para defender con esmero ese resultado en Haifa. En contra de lo esperado, el equipo galés se lanzó al ataque de inmediato, con Robson-Kanu corriendo y protagonizando acciones impecables, generando enormes agujeros en la defensa local. Esto permitió a Ramsey marcar en una ocasión y a Bale en otras dos, y acabar el enfrentamiento con una victoria por 3 a 0. Ese fue el triunfo que selló el billete para viajar a Francia.
Robson-Kanu solo marcó una vez para Gales en toda la fase de clasificación, en la victoria por 2-1 ante Chipre. El otro gol que de momento se le recuerda con su país había llegado en marzo de 2013, y fue capturado en una fotografía que se ha convertido en una de las imágenes más explicativas del reinado actual de Coleman en Gales. La estampa muestra a Robson-Kanu guiando su cabezazo a la red después de elevarse majestuosamente sobre la nieve de Hampden Park. Personificando, en definitiva, el triunfo del equipo sobre la adversidad.