En Buenos Aires hay una placa que recuerda los partidos que el Papa Francisco jugó en la calle cuando aún era un niño. Esa inscripción demuestra que, antes de la fe, está el fútbol.
Mayo de 2004. La Liga apura su calendario. Eto'o, 23 años, delantero del Mallorca, salta al césped del Bernabéu, un estadio que un día ansió conquistar como local. El resto es historia.
A veces pensamos que la única forma de seguir compitiendo en el fútbol de hoy es que tu equipo sea un club rico. Pero lo que está ocurriendo con el Manchester United desmiente esa teoría.
Con la pasión por el fútbol pasa lo mismo que con el amor, la rabia o la tristeza: hace tanto tiempo que están ahí que no sabrías precisar cómo surgieron, cuándo empezaron.
Messi es peor que un tatuaje, porque lo suyo sí que va en serio: ni soltando toda la pasta del mundo vas a poder quitártelo de encima. No lo elegiste, pasó, y ahora ya no eres capaz de contar quién eres sin pensar en él.