Tras ganar el Mundial de 2006, sus paisanos le empezaron a llamar 'Campanilla'. Y es que después de ver jugar a Andrea Pirlo, nadie nos puede convencer de que la magia no existe.
Hay una serie de jugadores muy queridos que tenían dos cosas en común. La gente les trataba de usted y vestían la camiseta por dentro. Les echamos de menos.