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Pepín, el defensa que Maradona nunca olvidó

Cuando a Maradona le preguntaron por el mejor marcaje que recordaba, habló de su primer partido liguero con el Barcelona en el Camp Nou, y de este jugador del Valladolid

Es curioso el funcionamiento de la memoria. A mí me cuesta recordar a veces lo que he comido el día anterior o la fecha del cumpleaños de algún ser querido, pero me es imposible olvidar los versos del prisionero que me enseñaron hace años en el instituto. Es caprichosa y a menudo facilita ese tipo de conexiones que, de pronto, surgen sin más. Es por eso que hablar con mi padre siempre es un poco un viaje. No sabes por dónde va a salir. Hablando el otro día del Mundial de Argentina en 2022, llegamos al Real Valladolid de los 80. Del Mundial a Messi, de Messi a Maradona y de Maradona al recordado Pepín. Os lo dije, la memoria es caprichosa.

José Calzado Ferrer, más conocido como Pepín, nació en 1954 en Córdoba. Era un centrocampista avispado, no desprovisto de talento, pero que mostraba su verdadero valor a base de lucha y entrega. Demostraba en cada partido amar la profesión y empatizar con los colores y los escudos que fue portando en su carrera: Getafe, Andorra, Gramanet… y, por supuesto, Córdoba y Valladolid. Pepín, hermano de Paco ‘Litri’, mítico masajista que pasó por el Córdoba (lo ficha el propio Kubala en su etapa de entrenador) y la Selección Española, quiso dedicarse al fútbol desde el césped y no desde la camilla, donde su hermano ya tenía una reputación.

El viaje de mi padre desde Argentina hasta el jugador cordobés bebía de uno de sus propios recuerdos. La devoción por el Pucela en casa era enorme. Mi hermano mayor acertaba apenas a apuntar alineaciones en cuadernos marca Centauro y mi hermana mayor visitó por primera vez el viejo Zorrilla con apenas unas semanas de vida en brazos de mi madre. La ciudad contemplaba una de las etapas más brillantes del Pucela y mi familia la vivió con toda intensidad. Al comienzo de los 80, con la previsión del nuevo estadio y el Mundial en el horizonte, el Real Valladolid se hizo con los servicios del bueno de Pepín. Corría el año 1980 y el ovetense Paquito entrenaba en el banquillo pucelano. Ascendía el Pucela ese mismo año desde Segunda División y el objetivo no era otro que permanecer en la máxima categoría. Nombres como Calderé, Gilberto, Fenoy o el propio Pepín llegarían a lo largo de esa temporada para hacerlo posible, con un 12º puesto que aseguraba el objetivo.

 

Preguntado por Mundo Deportivo, Diego Armando Maradona fue muy claro: “Por nobleza, fue Pepín, del Valladolid. Fue duro conmigo, pero correcto y noble”

 

En Barcelona, esa misma temporada, Kubala dejaría su sitio en el banquillo a Helenio Herrera a mitad de campaña y el argentino conseguiría una Copa del Rey para el conjunto ‘culé’. A pesar del logro, Udo Lattek se haría con el equipo en la 81-82 para tratar de moldear un Barcelona que quería estar presente en los grandes títulos europeos. Lo lograría con la Recopa, en 1982, pero el sueño real llegaría precisamente en el mercado de ese verano mundialista. Diego Armando Maradona, figura de Argentina en España 1982 y ‘10’ de Boca Juniors, recalaba en el conjunto azulgrana.

El primer partido liguero en el Camp Nou lo viviría el ‘Pelusa’ ante el Real Valladolid. En el banquillo pucelano, el argentino Mesones, alineando a Fenoy, García Navajas, Santos, Gilberto, Sánchez Valles, Gail, Moré, Jorge Alonso, Pepín, Oviedo y ‘Pato’ Yáñez. En frente, Lattek apostaba por Artola, Gerardo, Alexanco, Migueli, Manolo, Schuster, Urbano, Víctor Muñoz, Marcos Alonso, Quini y Maradona. Por parte azulgrana, jugaron también Moratalla y ‘Pichi’ Alonso. Este último fue clave, por marcar el tercer y definitivo tanto, tras los que convirtieron Marcos Alonso y Maradona (de penalti). Un 3-0 en el marcador para presentar al genio con la ‘10’ en Barcelona ante un Valladolid que no fue capaz de parar el huracán ‘culé’.

La anécdota se dio en esos 90 minutos. Cuando al ‘10’, mucho tiempo después, le preguntaron por el mejor marcaje que recordaba, se acordó, como mi padre, de Pepín. Preguntado por Mundo Deportivo, Diego Armando Maradona fue muy claro: “Por nobleza, fue Pepín, del Valladolid. Fue duro conmigo, pero correcto y noble”. El propio defensor cordobés cuenta que tras el partido Maradona le negó la camiseta por tenerla comprometida, pero le prometió otra en el partido de vuelta. Maradona no jugó ese duelo en Zorrilla, pero el capitán ‘culé’, ‘Tente’ Sánchez, se la llevó en representación del argentino. “Seis meses después se acordó ese hombre de que tenía que darme esa camiseta y encargó a su compañero que me la diera. Me emocioné y todo”, comentaba a COPE el propio Pepín en 2020.

 

El propio defensor cordobés cuenta que tras el partido Maradona le negó la camiseta por tenerla comprometida, pero le prometió otra en el partido de vuelta

 

Por amor, Pepín dejó Valladolid en 1984, buscando ayudar a su Córdoba tras la llamada de auxilio de su hermano ‘Litri’, masajista aún en el club califa. Antes, dejó un título, uno de los pocos que se han conseguido en la historia del Pucela. Una Copa de la Liga en la que no jugó un minuto. Su contribución, a pesar de todo, fue siempre importante en los años en los que estuvo en el Real Valladolid. El cordobés se entregó como el que más a la causa, con una profesionalidad que le hizo dejar el centro del campo más veces de las deseadas para ser más defensa que centrocampista. Partiendo como lateral no pocas veces para perseguir a la estrella rival y frenarlo con su intensidad. En una de esas, le tocó encimar a Diego Armando Maradona. Mesones decidió, con ese simple detalle táctico, unir dos realidades a priori muy alejadas.

“Como jugador era el mejor del mundo, pero como persona era igualmente el mejor. Buena gente. Una pena lo que ha pasado. Llevaba mucho tiempo así, pero como persona era fabuloso. Igual que en el campo de fútbol”. El cariño se reflejaba en las palabras de Pepín como los recuerdos en la memoria de mi padre. Fiorito y Valladolid no quedan tan lejos, pienso, si viajamos a través de la nostalgia.

 


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