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Djibril Cissé: amor por el gol

Cercano a los 40 años, Cissé es el claro ejemplo de amor por este deporte. Pocos han sufrido como él, pero todavía sigue manteniendo intacto su olfato goleador

La carrera futbolística que ha tenido Djibril Cissé es la que yo hubiera querido tener. Evidentemente no hubiera deseado padecer las lesiones que tuvo el de Arles, pero sí su trayectoria en cada uno de sus clubes. En primer lugar, habría estado genial despuntar en un modesto club de Francia como es el Auxerre. Después, tampoco me hubiera disgustado levantar la Champions League con el Liverpool, pero lo mejor de todo vendría más tarde. ¿Quién no desearía un cóctel de equipos como Olympique de Marsella, Panathinaikos, Al-Gharafa, Kuban Krasnodar, Bastia, JS Saint-Pierroise y como guinda del pastel el Yverdon Sport de la tercera división suiza? Toda trayectoria futbolística que pase por jugar en Grecia o Turquía tiene mis respetos. Pues bien, a sus 36 años y con toda una vida entregada al balón, el bueno de Djibril todavía sigue perforando redes.

Imaginad qué habría sucedido si Cissé hubiera elegido jugar sus últimos años en la tercera división española en lugar de en la suiza. Se habrían escuchado frases como: “Joder, ya nos ha tocado el Atlético Sanluqueño de Cissé. Qué mala suerte”. Además, en Sanlúcar de Barrameda habría coincidido en la delantera con Dani Güiza, esa dupla tiene más goles que muchas de Primera División. No creo que al francés le disgustara la idea de dejarse llevar un par de años por Cádiz, pero lo que sí está claro es que ama demasiado este deporte como para seguir todavía activo. En 2015 le perdimos la pista tras abandonar el Bastia, aunque en octubre de ese mismo año intentó jugar en el JS Saint-Pierroise de la isla de Reunión, por donde también han pasado Roger Milla o Dimitri Payet. Poco duró la aventura en Reunión, a los once minutos de su debut se retiró lesionado. Desde entonces no volvimos a saber de él, incluso ya se daba por terminada su carrera deportiva. A sus dos trágicas lesiones, de las que todos tenemos recuerdo, debemos sumar los problemas de cadera que ha sufrido, Cissé está hecho un cromo.

El pasado 12 de mayo, Djibril Cissé volvió a anotar un hat-trick al filial del Zurich. Sí, estamos en 2018 y el delantero francés de pelo rubio sigue mandando el balón a recoger; lleva 24 goles en 27 partidos. El Yverdon Sport es un club fundado en 1948, se fusionó con el FC Yverdon que había sido creado en 1897. El equipo lleva el nombre de la ciudad Yverdon-les-Bains, se trata de un pueblo de unos 30.000 habitantes y que pertenece al cantón de Vaud, está relativamente cerca de la frontera con Francia. No me termino de imaginar a Cissé en un pueblo tan tranquilo, me cuadra más la idea de que hubiera seguido en la isla de Reunión, pero sabiendo que Yverdon-les-Bains es conocida por sus aguas termales, quizá ahí esté la solución a sus problemas físicos. Desde hace 18 años el club no está en la élite del fútbol suizo, y por aquel entonces Lucien Favre era el técnico del equipo. Hasta el momento, no están realizando una mala temporada, van terceros pero lejos del líder que es el Kriens.

Lo maravilloso de este deporte es encontrar casos como el de Djibril Cissé. Ha ganado la Champions, ha disputado dos Mundiales y ha sido el ídolo de muchos aficionados pese a que las lesiones han querido destrozar su carrera. Si alguno tenéis bastante olvidados sus mejores años, algo lógico, buscad algún vídeo suyo en el Auxerre y veréis el animal que era. Estaba llamado a ser uno de los mejores delanteros franceses de su generación, por algo el Liverpool lo fichó y le dio el número ‘9’. Cissé sigue gritando los goles como si fuera el primero o como si jugara la Champions, el amor por el juego es lo último que se pierde.