Sorrentino es un enamorado de Maradona. El argentino le abrió las puertas del arte. De su recuerdo nacen películas tan bellas como los regates del genio.
Existen tantos ídolos como personas que los adoran. Hubo un Ronaldinho para mí y otro para ti. Hubo un Zidane para ti y otro para mí. Y hubo un Maradona para Sorrentino.