En la Kings League juegan chavales de categorías amateurs con las que la gente empatiza porque se identifica. Los 'aficionados' perciben que esos chicos son normales, como ellos.
Puede que el fútbol que nos gusta deje de gustar. Y que cambie, como es lógico, al gusto de las nuevas generaciones. O que ya no guste más, como dejó de gustar ir al cine o al quiosco.