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Perder como Luis Enrique

En 'No tenéis ni **** idea', el asturiano nos convence que la suya es una carrera de resistencia, dura pero feliz, que nada ni nadie va a lograr desestabilizar. Los torbellinos son así: no se detienen, arrasan

Luis Enrique
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Este texto sobre el documental de Luis Enrique en Movistar+, No tenéis ni **** idea, está extraída del interior del nuevo número de Panenka


Podemos pensar que esa carcajada ahogada es la de un tipo insoportable. Podemos creer que detrás de su obsesión por el ejercicio físico y la nutrición hay un ego impostado. Incluso podemos intuir que en sus ataques frontales a la prensa, o a los jugadores que entrena -y si son los mejores, como Mbappé, mucho mejor-, habita un provocador malvado que trata de esconder sus defectos. Pero no. No tenemos ni puta idea.

No tenemos ni puta idea de lo que es tener un monstruo en la cabeza que pone a prueba tus límites, que te muerde los sesos cuando te relajas, que te envenena al más mínimo síntoma de cansancio, que te empuja a correr más rápido, pedalear más fuerte y aguantar el dolor ni que sea un minuto más. Que te hace ser hiperactivo las 24 horas del día y se alimenta de inconformismo.

 

“Me considero afortunado porque mi hija vino a vivir nueve años maravillosos con nosotros”, explica ‘Lucho’ sin romperse. Y rápidamente busca una ocurrencia para empujar hacia dentro las lágrimas

 

Luis Enrique tiene razón: tampoco tenemos ni puñetera idea de lo que es ver morir a una hija en tu propia casa, de lo que supone para una familia asumir una enfermedad irreversible, ni de lo difícil que es convivir con el vacío más inmenso con una sonrisa en los labios. “Me considero afortunado porque mi hija vino a vivir nueve años maravillosos con nosotros”, explica ‘Lucho’ sin romperse. Y rápidamente busca una ocurrencia para empujar hacia dentro las lágrimas y convencerte -sí, convencerte a ti- de que la suya es una carrera de resistencia, dura pero feliz, que nada ni nadie va a lograr desestabilizar. Los torbellinos son así: no se detienen, arrasan.

“Ni jugador ni entrenador. Yo soy un competidor”, confiesa el preparador asturiano, a quien esta producción acompaña en su primer año como técnico del PSG, tres capítulos de gran calado producidos por ZoomSport, los creadores de Take the ball, pass the ball o El Fenómeno. Gestión de grupo, alta competición, preparación táctica y conciliación familiar se dan de la mano en este inside que no deja indiferente a nadie, ni a los que aman ni a los que detestan a Luis Enrique.

 

No tenemos ni puta idea de lo que es el fútbol de élite ni tampoco de lo que es perder lo que él ha perdido. A cómo afrontar la vida nos invita Luis Enrique en su documental

 

“Me puedo equivocar. Pero voy a morir con mi verdad. Lo más bonito es saber cómo vas a morir”, se enorgullece ‘Lucho’ en el plano deportivo, siempre arropado por su equipo de confianza, en el que conviven analistas, preparadores físicos y un psicólogo. Un grupo de amigos y confidentes; su otra familia.

“¿Fracasar? Si perdemos, mañana volverá a salir el sol”, dispara a los medios, a quien suele brindar su cara más agria, mitad protección, mitad hastío (“Si me bajan un 25% o un 50% del sueldo por no hablar con la prensa, lo firmo”, explica con su arrogancia habitual). No tenemos ni puta idea de lo que es el fútbol de élite ni tampoco de lo que es perder lo que él ha perdido. A cómo afrontar la vida nos invita Luis Enrique en su documental.

 


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Fotografía de Getty Images.