El fútbol y la vida a menudo son unidos por una enormidad de asociaciones. Una de tantas es que los detalles poseen una importancia clave. Un partido de fútbol puede terminar decidiéndose por un detalle. Una vida también. Jimmy Murphy lo tuvo claro cuando, por causas laborales, no cogió el Airspeed Ambassador, avión que trasladaba a su equipo hacia Belgrado donde quería seguir haciendo historia. Ese detalle cambió y pudo salvar su vida al evitar el accidente que se produjo en la vuelta del Manchester United hacia Inglaterra después de obtener su pase a la ronda de semifinales de la Copa de Europa 1957-58. Murphy evitó estar en el momento del accidente aéreo de Múnich el 6 de febrero de 1958 por tener que dirigir a la selección de Gales en su camino hacia el Mundial de Suecia 1958. La fortuna de Murphy fue la del Manchester United ya que, de su mano, el club se recuperaría de su más trágico trance para cerrar el círculo que comenzó en desgracia con el primer gran éxito de su historia.
La figura de Jimmy Murphy y su influencia en el Manchester United no se explica así como así. Es necesaria cierta dosis de contexto. El conjunto ‘red devil‘ no siempre fue esa potencia futbolística que hoy en día conocemos. Durante la década de los 30 experimentó incluso dos descensos de categoría, estuvo al borde de la quiebra y su estadio fue bombardeado por la Luftwaffe durante el asedio nazi de 1940 en la Segunda Guerra Mundial. Como la historia del mundo entero, la del Manchester United también cambiaría en 1945. Matt Busby llegaba al club ese año y, de su mano, también lo hacía Jimmy Murphy. Ambos se conocieron realizando el servicio militar en Italia años atrás y su amistad los llevó a ser los encargados de liderar el proyecto del Manchester United a partir de la temporada 1945-46. Después de haber tenido un pasado como futbolista en el West Bromwich Albion y Swindon Town y después de trabajar en una verdulería, Murphy pasaba a ser la mano derecha de un Matt Busby completamente obcecado en nutrir su plantilla con sangre joven. La labor de scouting corrió a cargo de Murphy, pieza clave para entender la generación de los llamados Busby Babes.
El binomio Busby-Murphy pronto dejaría los primeros éxitos en el Manchester United. El primero en forma de trofeo fue una FA Cup en la temporada 1947-48, ganada al Blackpool y que suponía el primer título del club en casi 40 años. A través de la gestión y visión de Jimmy Murphy fueron llegando jugadores al primer equipo. Roger Byrne, Jackie Blanchflower o Eddie Colman eran algunos de los babes que iban asomando la cabeza. Pero, sin duda, el mejor de su generación fue Duncan Edwards. El conjunto mancuniano se llevó el campeonato doméstico de la 1955-56 y de la 1956-57, por lo que se ganó el derecho a participar en la novedosa Copa de Europa, pese a que los organismos del fútbol inglés no lo vieran con buenos ojos en esos momentos. En su primera participación, el conjunto de Busby y Murphy se quedó a un paso de la final, pero es que se cruzó con el dominador de Europa en esos años: el Real Madrid. Sin embargo, si había un equipo que parecía poder discutir el dominio al club español ese era el Manchester United. De nuevo, en la 1957-58, volvió a intentar el asalto a Europa, pero esta vez no fue un rival futbolístico quien les apeó de la competición.
No se puede entender la historia del United sin Matt Busby y no se puede entender la figura del Matt Busby sin Jimmy Murphy
El accidente aéreo acabó con la vida de ocho jugadores y tres miembros del personal del club. Los jugadores fallecidos fueron: Roger Byrne, Eddi Colman, Mark Jones, David Pegg, Tommy Taylor, Geogg Bent, Liam Whelan y Duncan Edwards. Sí, el jugador señalado para guiar a este Manchester United en lo que serían los mejores años de su historia también falleció a la edad de 21 años. La magnitud de las pérdidas, en el aspecto deportivo, destrozó el plan de Busby y Murphy. Los jugadores fallecidos tenían 28, 25, 21, 22, 24, 21, 26 y 21 años. La base troncal del equipo se esfumó ese horrible 6 de febrero en la nieve de Múnich. La tragedia es una marca indeleble en la historia del United, como lo es la recuperación del propio equipo de un golpe tan duro al proyecto en muy pocos días. Aquí es donde entra en escena la labor más reconocida de Jimmy Murphy. El galés no viajó a Belgrado y recibió la orden de un malherido Matt Busby de mantener la bandera del Manchester United en pie tras el accidente. La increíble gestión de Murphy, la reincorporación de Matt Busby meses después y la supervivencia en el accidente de Bobby Charlton fueron las claves para que el proyecto no hubiera perecido también en aquella desgracia.
El Manchester United volvió a competir 13 días después del accidente. El equipo tenía que girar la mirada, en la medida de lo posible, hacia lo que mejor sabía hacer: competir. Para ello fue crucial la recomposición del equipo por parte de Jimmy Murphy. Ante el Sheffield Wednesday, en FA Cup, jugaron los supervivientes Harry Gregg y Bill Foulkes, pero también jóvenes reclutados por Murphy desde el equipo juvenil y reserva para completar el plantel. Entre ellos estaba un Shay Brennan que debutó con dos goles y que, diez años después, sería testigo de cómo se cerraba el círculo de tragedia. El equipo reinventado por Murphy también compitió en las semifinales de la Copa de Europa ante el Milan. Venció en Old Trafford 2-1 con goles de Viollet y Taylor, pero en San Siro cayó 4-0 ante el equipo de Schiaffino y Liedholm. No se llegó a la final, pero el club resurgió de sus cenizas emanando el mismo color rojizo que un ave fénix al renacer, el rojo intenso del escudo del Manchester United. Sí, llegó a la final de la FA Cup de ese mismo año, pero también se perdió. Jimmy Murphy no consiguió ninguno de los dos títulos, pero sí consiguió el más importante: reinventar un equipo en apenas dos semanas tras un revés emocional de magnitud incalculable para sembrar los triunfos futuros.
Matt Busby se volvió a incorporar al equipo habiendo sobrevivido a las heridas del accidente pese a haber recibido hasta en dos ocasiones la extremaunción. Jimmy Murphy no dudó en volver a ponerse a la sombra y seguir gestionando desde ahí el resurgir del United. Como siempre, su ojo fue clave para detectar talentos como los de Denis Law y George Best que junto a Charlton formaron la sagrada trinidad de la entidad. Se levantó la FA Cup de 1963 ante el Leicester City y las ligas de 1965 y 1967. Esta última otorgó al Manchester United la posibilidad de disputar de nuevo la Copa de Europa. El 29 de mayo de 1968, diez años después del desastre aéreo de Múnich, el Manchester United se convertía en el primer equipo inglés en levantar la Copa de Europa. Matt Busby sanó su sentimiento de culpabilidad y el proyecto que Murphy construyó a partir de cenizas fue mundialmente reconocido y grabado para la historia.
No se puede entender la historia del United sin Matt Busby y no se puede entender la figura del Matt Busby sin Jimmy Murphy. Ambos son, por igual, historia del fútbol, pese a que la figura de Busby luzca por encima de la de su mano derecha. Lo que no deja de encumbrar a Jimmy Murphy como un entrenador con grandes cualidades. No obstante, el mismo año del accidente aéreo, Murphy consiguió clasificar a Gales para la única Copa del Mundo que ha disputado hasta el momento. En Suecia, los chicos de Murphy superaron la fase de grupos y estuvieron a punto de cambiar el curso de la historia con su enfrentamiento de cuartos de final ante la primera Brasil de Pelé, que con un gol del astro del Santos consiguió doblegar la resistencia galesa planteada por Jimmy Murphy. La alargada sombra de Busby no debe oscurecer la figura de un Jimmy Murphy que es piedra angular en la historia de uno de los clubes con más repercusión del mundo y el único entrenador que ha posibilitado a Gales disputar una Copa del Mundo. El detalle de no coger ese avión sembró una semilla de felicidad a largo plazo regada por Jimmy Murphy.
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Fotografía de Imago.