El efecto 2000, El Club de la lucha, Star Wars y la instauración del Euro como moneda oficial en 12 estados. Estos eran algunos de los temas de los que más se hablaba en 1999. En paralelo, un equipo de Mánchester estaba encaminado a hacer historia de la mano del técnico escocés sir Alex Ferguson. A punto estuvo de evitar esa gesta el mejor delantero inglés de la historia, según los números, Alan Shearer, estrella del Newcastle con 260 goles anotados en Premier. Esa escuadra con Alan Shearer a la cabeza, escoltado por Ketsbaia en la punta de ataque y con jugadores míticos como Norberto Solano, Gary Speed o Rob Lee estuvo cerca de estropear la fiesta a los ‘Diablos Rojos’. La calidad se acabó imponiendo y el título cayó del lado de los mancunianos gracias a los goles de Teddy Sheringham y de Paul Scholes. Ese año el club ganó el triplete, tras conquistar liga, copa y Champions.
El Newcastle United venía de unas temporadas colándose en la Champions League y de pelear la Premier hasta el final frente a los dos gigantes de la época, el propio Manchester United y el Arsenal de Wenger. Los ‘Magpies’ eran conocidos por toda Inglaterra como los “entertainers”, apodo que recibieron debido a su estilo de juego divertido y dinámico, que les caracterizó frente al tan distinto tradicional futbol inglés, mucho más directo. El entrenador que llevó al equipo a esas cotas fue Kevin Keegan, mítico jugador del Liverpool que hizo historia en el club de Merseyside y en el Hamburgo alemán, donde ganó dos Balones de Oro. Con su marcha, llegó Kenny Dalglish, y luego Ruud Gullit. El exjugador del Chelsea y Milan entre otros, solamente había tenido una experiencia en los banquillos, precisamente en el equipo ‘blue‘. Su etapa en Stamford Bridge fue de jugador entrenador y logró levantar una FA Cup, lo que le abrió un hueco en el mercado inglés. Gullit se encontró una plantilla que giraba en torno a la estrella Alan Shearer, y con una plantilla disgustada con la marcha de Keegan y Dalglish del club. Su estancia en Newcastle fue más breve de lo esperado, estuvo al frente del conjunto una sola temporada en la que el equipo quedó en media tabla y lo más reseñable de su paso fue la final que alcanzó frente al United. Uno de los motivos que le hicieron salir de St. James’s Park fue la tensa relación que mantenía con Shearer; la directiva se decantó por la estrella y prescindió del técnico neerlandés.
Ferguson siempre se lamentó de no haber logrado convencer a Shearer de firmar por el Manchester United
Alan Shearer es posiblemente el mayor aficionado al Newcastle que jamás ha pisado un estadio de Premier League. Pese a no haber jugado nunca para uno de los grandes clubes ingleses, siempre será recordado por haber levantado una liga con el Blackburn Rovers. Pese a ganar ese título, todavía no había logrado cumplir su sueño de infancia, jugar para el Newcastle United. Se hizo realidad en el verano de 1996, cuando tras la Eurocopa que tuvo lugar en Inglaterra y en la cual fue el máximo goleador, fichó finalmente por el equipo de las ‘Urracas’. Su vuelta a casa casi se completa de la mejor forma posible, conquistando el título de liga con el club de sus amores, pero el Manchester United de Ferguson se volvió a cruzar en su camino y le arrebató la posibilidad de levantar el trofeo con el conjunto del noroeste. Esta no sería la última vez que los caminos del escocés y Shearer se cruzaran. Esa temporada Shearer demostró por qué había costado tanto dinero y acabó cómo máximo goleador liguero, con 25 goles anotados. Los siguientes cursos el Newcastle bajó el ritmo mientras que los ‘Red devils‘ seguían acumulando títulos nacionales. La próxima vez que se vieron las caras en un duelo por un trofeo fue en la final de FA Cup de 1999, en la que nuevamente salieron ganadores los jugadores del club mancuniano. Alex Ferguson reconoció públicamente en su libro, A Will To Win, que se quedó a las puertas de fichar a Shearer para su equipo, debido a que se encontró un hueso duro de roer: Jack Walker. Walker era en ese momento el dueño de los Blackburn Rovers, y no quería vender a Shearer a un rival directo. También el propio Shearer no tenía claro del todo firmar por el club de Old Trafford.
El Newcastle llega hasta esta ronda tras haber enfrentado a Tranmere Rovers en primera ronda y luego tener que dejar por el camino a equipos de la Premier League, como Crystal Palace, Bournemouth y Leicester City. El Manchester United entró en la competición en la ronda de dieciseisavos donde batió al Aston Villa, luego eliminó al Burnley de segunda división y en cuartos se enfrentó al Charlton Athletic, de la tercera categoría. En semifinales tiene muy encarado el pase a la final tras vencer al Nottingham Forest por 0-3 fuera de casa.
Este año se puede volver a repetir el duelo Manchester United-Newcastle en una final. Esta vez en otra competición, la EFL Cup, y con dos historias dispares. El Newcastle puede volver a una final gracias al apoyo de Arabia Saudí, quien tras la compra del club hace un año invirtió dinero para convertirlo en un nuevo grande. Con Eddie Howe al mando del equipo y con fichajes como Alexander Isak, Sven Botman o Nick Pope, el conjunto del norte está capacitado para volver a levantar títulos. El Manchester United, por su parte, sigue bajo el mando de los Glazers, quienes ahora han puesto el club en venta. La llegada de Erik Ten Hag al banquillo espera comenzar una nueva era en la que vuelvan a ser lo que fueron en su día y que tanto furor causó por los campos ingleses. El Newcastle no juega una final de la EFL Cup desde 1976, mientras que los ‘Red Devils’ jugaron una final hace seis años, de la cual salieron vencedores frente al Southampton.
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Fotografía de Getty Images.