Dortmund está acostumbrado a ver a su equipo de fútbol luchar por las cotas más altas, tanto en ámbito nacional como internacional, en los últimos años. Jürgen Klopp consiguió devolver a flote una nave que parecía haber pasado ya por sus años dorados. Tras la marcha del gurú alemán, Thomas Tüchel tomó los mandos de la nave ‘borusser’ como sucesor de Jürgen. El equipo se adaptó a un ritmo más pausado de juego en su primera temporada en el banquillo y se consiguió mejorar mucho el rendimiento de la última temporada de Klopp con una meritoria segunda posición. La política de peinar el mercado buscando jugadores jóvenes aptos para el juego del equipo sigue funcionando en la cuenca del Ruhr. Mediante esa forma de actuar se puede explicar la gran actuación que están cuajando dos jugadores como Dembelé y Weigl en el equipo. Se trata de jugadores muy jóvenes que están sorprendiendo, sobremanera, en el panorama internacional.
Pese a ocupar actualmente la tercera plaza, el Dortmund no está cuajando una temporada muy regular en cuanto a los resultados se refiere. El equipo está perdiendo muchos puntos en los encuentros disputados lejos de los muros del Westfalenstadion. El equipo de Tuchel ha sufrido tres derrotas en los últimos 15 encuentros disputados y todas han sido fuera de casa (Eintracht, Darmstadt y Benfica). Donde sí se está mostrando muy rocoso es en casa. Los pupilos de Thomas Tuchel no han cedido ninguna derrota en el Signal Iduna Park en lo que llevamos de temporada, habiendo cosechado siete victorias y tres empates. No se quedan ahí esos grandes números, ya que en su feudo, el Dortmund solo ha cedido cinco goles y ha anotado 22. El ex técnico del Mainz 05 tiene gran cantidad de culpa de estos números, ya que ha conseguido construir un equipo camaleónico en lo que al dibujo táctico se refiere.
Variabilidad táctica
La plantilla del Borussia Dortmund es una de las más completas de toda la Bundesliga. Casi la totalidad de los jugadores que pueden desarrollar su juego en tres cuartos de campo poseen una gran capacidad para adaptarse a distintas posiciones de ataque. Hablamos de jugadores como Castro, Pulisic, Dembelé, Kagawa o el propio Marco Reus. Esta libertad en esa parcela del campo no sería posible sin la encomiable pero oculta labor de Julian Weigl. El mediocentro del Dortmund otorga el equilibrio necesario entre ataque y defensa, además de tener la capacidad de ralentizar o acelerar el ataque de su equipo en función de la situación del partido.
La polivalencia de sus jugadores permite a Tuchel realizar diversos cambios tácticos hasta encontrar la fórmula adecuada
El mediocentro defensivo fue una fuerte apuesta de Tuchel nada más llegar al banquillo del Signal Iduna Park. El joven centrocampista alemán era titular en el Múnich 1860 que competía en la 2. Bundesliga. Los partidos de la segunda división del fútbol alemán se caracterizan por un gran ritmo de juego y agresividad, por lo que el hecho de afrontar el reto del debut en Bundesliga no supuso un gran escollo para Weigl. El juego del conjunto alemán ha mantenido con Tuchel la presión característica que desarrolló con Jürgen Klopp. Esta presión en la zona de creación del rival se conjuga bien con la velocidad de los jugadores presentes en la zona de tres cuartos. El desequilibrio y el desborde de los Reus, Dembelé o Aubameyang permite convertir cualquier robo comprometido en una clara ocasión de gol.
Independientemente del sistema de juego utilizado, el Dortmund es un equipo eminentemente ofensivo. No por la presencia de muchos jugadores de ataque, sino por la facilidad con la que los jugadores del centro del campo se incorporan al ataque. Esta característica, también era muy recurrente en el equipo que dirigió Klopp. Castro, Rode, Guerreiro e, incluso, el propio Weigl presentan una gran facilidad para sorprender desde atrás. A todo ese peso ofensivo, hay que añadirle la capacidad goleadora de Aubameyang. El jugador gabonés ha encadenado varias temporadas al máximo nivel en lo que a anotación goleadora se refiere. Desde que llegó al conjunto alemán, Aubameyang ha mejorado sus cifras goleadores temporada tras temporada, marcando en su primera campaña trece goles, en su segunda dieciséis y en la pasada veinticinco, experimentado un crecimiento goleador exponencial entre su segunda temporada y la tercera.
El conjunto de Tuchel comenzó la temporada disputando su encuentro contra el Mainz 05 con un 4-1-4-1 sobre el campo. Ese sistema dota de gran importancia al jugador que otorga el equilibrio necesario entre las dos líneas de cuatro. Weigl desempeña esa función notablemente, como ya comentamos anteriormente. Se mantuvo ese sistema de juego hasta la décima jornada. Cuatro jornadas consecutivas sin conocer la victoria motivaron el cambio táctico por parte de Tuchel. El concepto táctico varió bastante, ya que se pasó a defender con tres defensores y dos carrileros de largo recorrido como Piszczek y Guerreiro. Precisamente, con ese sistema de juego se venció al Bayern de Múnich en la undécima jornada de Bundesliga. A partir de ahí se alternaron sistemas con tres defensores con el típico 4-1-4-1 original de comienzo de temporada.
Durante este curso el Borussia Dortmund no ha encontrado una regularidad en sus resultados. Sin embargo, el equipo se sitúa en la tercera posición en estos momentos. Tras numerosos cambios de sistema y conceptos tácticos que alternar, lo lógico es que los jugadores hubieran tenido algún momento de dudas en distintas situaciones de partido. Pese a todo, la gran polivalencia de casi todo el plantel del conjunto alemán permite a Tuchel realizar diversos cambios tácticos hasta encontrar la fórmula adecuada que consiga asentar la regularidad de juego y resultados.
Tras variar en algunos encuentros de sistema y alinear defensa de tres con dos carrileros largos, se regresa a la defensa de cuatro con el 4-1-4-1 y se cae derrotado ante el Eintracht de Frankfurt. Después de la derrota se vuelve al sistema de tres centrales y se consigue una victoria clara ante el Borussia Mönchengladbach. También se llegó a utilizar un 3-4-3 muy ofensivo con Schmelzer y Pulisic como carrileros y Götze de mediapunta (muy poco utilizado por Tuchel al ofrecer un nivel muy por debajo del esperado). Ese sistema fue utilizado en dos encuentros que finalizaron en empate ambos. En las últimas jornadas se ha probado un 3-5-2 ofensivo que le ha reportado al equipo una victoria y una derrota, respectivamente. La variabilidad táctica de este Dortmund de Tuchel pretende cambiar la dinámica irregular de resultados que se han dado hasta la fecha mediante la adaptación al rival en cada partido y siendo un equipo totalmente imprevisible.