¿Qué es la selección de Fernando Santos? “¿Cristiano Ronaldo y Portugal son un contendiente o un aspirante?”, se cuestionaba un artículo del Washington Post en 2014, justo antes del inicio del Mundial de Brasil. Cuatro años más tarde, la pregunta tiene incluso más sentido que en aquella ocasión, ya que el combinado luso desembarcará en Rusia tras redimirse de sus desgracias futbolísticas con la victoria en la Eurocopa de Francia.
Con todo, Portugal quizás pertenece a ese grupo de equipos que esperan, agazapados, a que las favoritas muestren un atisbo de debilidad para lanzárseles al cuello; a ese conjunto de selecciones que son capaces de todo: de proclamarse campeonas del viejo continente tras un torneo nada brillante en el que ni siquiera pudieron pasar del empate contra Irlanda, Austria y Hungría en la fase de grupos; y de perder la final de la Eurocopa de su país (2004) contra Grecia después de haber dejado en la cuneta a los Países Bajos, a Inglaterra y a España.
El cuadro portugués llega al torneo con la obligación de compensar la nefasta actuación que completó en Brasil, donde quedó eliminado en la primera fase de la competición tras caer goleado ante Alemania (4-0) y empatar con Estados Unidos. Encabezados por Cristiano Ronaldo (“Sin él, sería imposible pelear por el trofeo”, tal y como destacaba José Mourinho hace unas semanas); los futbolistas de Fernando Santos, que en Rusia tendrán que convivir con las altas (e infundadas, incluso) expectativas de sus aficionados, afrontan el Mundial con la intención de combinar la solidez defensiva que ha ofrecido la zaga férrea (y cada vez más veterana) que capitanean Pepe (35 años) y José Fonte (34) en los últimos años con la explosividad de jóvenes talentos como Bernardo Silva, Gonçalo Guedes, Gelson Martins o André Silva, los encargados de dar profundidad y color al gris fútbol portugués.