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Criticar Catar’22 desde las aulas

El Mundial va más allá del fútbol. Esta historia, sobre no callar ante la injusticia y defender los derechos humanos, vale mucho

El fútbol mola. Nos encanta a todos. Hablamos de él a diario. Y lo seguiremos haciendo. Pero, una vez más, nuestro deber es insistir en denunciar las sombras del Mundial de Catar. El Mundial de la vergüenza. El campeonato ha llegado a su término, pero nuestra protesta no. Sería un error. Lo mismo piensa Jesús Gabaldón, profesor de Educación Física del IES Maestro Juan de Ávila en Ciudad Real y protagonista de una de esas historias ignotas que merecen su hueco mediático y un reconocimiento al trabajo. No solo el suyo, también el de sus alumnos, partícipes de una iniciativa maravillosa y sin ánimo de lucro.

Jesús no es un típico profesor de antaño. Pese a ser amante del deporte, no le encuentra sentido a instruir su práctica si este no está supeditado a transmitir, a su vez, una serie de valores que fomenten el desarrollo del pensamiento crítico de sus escolares. Siempre ha procurado hacerlo así. “En clase tratamos de explorar las vinculaciones políticas, sociales y económicas de la actividad física y el deporte”, asegura el docente. Aprovechando la cita mundialista y toda la información existente respecto a las irregularidades cometidas antes y durante la competición, decidió incluir una actividad en la materia mediante la cual sus alumnos tomasen conciencia y se sintiesen particioneros de un proceso de cambio.

Una labor educativa que ha tomado forma de campaña de activismo social que defiende los derechos humanos, violados desde que se oficializó a Catar como país organizador. Alrededor de 40 alumnos de tercero de la ESO y primero de Bachillerato se han sumado de manera voluntaria a la propuesta de Jesús. Esta cruzada se basa en la creación de acciones de lo más diversas, encaminadas a poner al Mundial, a Catar y a la FIFA en el punto de mira. El objetivo: que los estudiantes tomen consciencia de las injusticias acometidas, tengan la volición de difundirlas y aprendan a analizar y dudar de las afirmaciones que la gente acepta como verdaderas en el contexto de la vida cotidiana.

Bajo el eslogan: “¿Quién va a perder el mundial?”, mismo nombre que su Instagram y con el hashtag abreviado: #QVPM22, se inició la campaña. En grupos de dos o tres personas, los estudiantes abarcan un total de diez acciones. Se ha implantado, por ejemplo, el diseño de pegatinas -actualmente en impresión- y carteles reivindicativos que hagan hincapié en el elevado número de muertes y la violación de los derechos de mujeres, trabajadores y el colectivo LGTBIQ+. El silencio cómplice de muchos medios de comunicación, gobiernos, federaciones y jugadores también es motivo de denuncia. Por ello, algunos grupos se han encargado de enviar una epístola, en formato de carta al director, a periódicos locales y nacionales. Por desgracia, ningún medio ha querido publicarla a día de hoy. Pero no son los únicos que se han topado con una carta de este grupo de alumnos como remitente. La RFEF recibió una petición de posicionamiento público, también sin contesta, ante la situación de violación de derechos humanos. De igual modo, han pedido explicaciones a la Asociación Española de la Prensa Deportiva: ¿Existe libertad de prensa real? ¿Por qué en los medios no se habla más del tema?, ¿Se prohíben ciertas preguntas a jugadores y entrenadores en rueda de prensa? El resultado, un hit de Quevedo: ‘Respuesta cero’.

La corrupción de la FIFA y el régimen antidemocrático de Catar, que financia, difunde y promueve mensajes de odio, también debería ser notorio worldwide. Una parte de los estudiantes han organizado mesas informativas en el hall del instituto para informar de la campaña #FifaPayUp, promovida por Amnistía Internacional y Human Rights Watch para pedir justicia y responsabilidad por los trabajadores fallecidos. Esta es solo una más de las acciones que los alumnos han realizado para aportar su granito de arena y dar a conocer este efecto mariposa de escándalos. “Las violaciones de derechos humanos de hoy son la causa de los problemas del mañana”, promulga uno de sus afiches.

Jesús nos cuenta que, en un principio, la propuesta generó controversia y rebumbio. El desconocimiento provocaba que unos pocos vieran la campaña como una confrontación hacia el fútbol in se. “La filosofía de la campaña no va en contra del fútbol ni de la gente que lo ama, sino contra su industria y su gestión corrupta y mafiosa”, explicaba el profesor para dirimir la situación. Incluso hubo algunos que llegaron a rechazar folletos de la campaña. Con el tiempo, y aunque sea otro grupo de alumnos el que se encargue de medir el impacto final de la campaña, Jesús cree que el balance es muy positivo. Hay muchas más felicitaciones que críticas. “Empezó como algo pequeño, pero se está hablando del asunto y generando debate en el instituto”, valora el maestro.

Más allá del Mundial, el objetivo de Jesús Gabaldón es educar a sus discentes. Fomentar el razonamiento crítico e impartir buenos valores. “Se debería trabajar más este tipo de enfoques educativos. Se contemplan perspectivas que antes se daban por sentadas. Es una cuestión pedagógica para alumnos y profesores”, afirma el docente acerca de este modelo didáctico. Además, aprender con algo que agrada es mucho más fácil, y si el deporte, en este caso el fútbol, puede ayudar a ello, hay que explotarlo al máximo. “El deporte tiene una gran influencia. Más allá del propio juego, es un acontecimiento de grandes dimensiones políticas, culturales y económicas”, continúa Jesús.

Una historia que merece salir a la luz. Se suele creer que un solo individuo no puede transformar el mundo. Pero si todos pensaran así, nada nunca cambiaría. Los que conforman el statu quo mundial, de hecho, prefieren que tengas esta visión. Porque es más sencillo controlar un rebaño de ovejas que una manada de leones. Sin embargo, iniciativas como la de Jesús Gabaldón, con su pequeña aportación a la queja, pese a lo irrisorio que pueda llegar a ser su alcance, son mucho más importantes de lo que se considera. Las vidas humanas y sus derechos van por encima de todo. No lo olviden.