La irrupción del belga Adnan Januzaj ha significado una noticia refrescante para el mal inicio de curso del Manchester United y una de agria para un tipo que podría haber estado en su lugar. Wilfried Saha apenas ha jugado unos minutos en la Community Shield esta temporada y aún no ha debutado en la competición doméstica. Una situación inimaginable hace sólo algunos meses, cuándo se certificó su pase a Old Trafford tras destacar en la Championship con el Crystal Palace. Nadie entendía su escasez de minutos, hasta que una noticia sensacionalista ofreció algo de luz. Noyes podría haber cazado a Zaha acostándose con su hija en su propia casa, y de ahí el castigo de la suplencia al delantero de origen costamarfileño.
El ‘caso Zaha’ no es el primero ni seguramente será el último de un jugador que, envuelto en un lío de faldas, se convierte en carne de cañón para los magazines del corazón. Desde Panenka.org lanzamos un catálogo de diez decisiones evitables para todo aquel futbolista que no desee ver manchado su prestigio, su matrimonio o incluso la relación con su club o entrenador como consecuencia de dejarse llevar por la tentación femenina.
1. Consumar fantasías arriesgadas
Para muchos aficionados del fútbol británico, visitar el mirador de Cannock Chase de Sheffield es algo obligatorio. Un paraje fabuloso de la ciudad con más mística del deporte rey. Puedes deleitarte vislumbrando la cuna del club más antiguo del mundo, el Sheffield F.C; detectar desde la lejanía la silueta del primer estadio de fútbol que se construyó, el Sandygate Road… e incluso imaginarte en qué rincón del mirador fue descubierto hace nueve años Stan Collymore, ex delantero del Liverpool y colaborador de la BBC por aquel entonces, manteniendo relaciones sexuales con una mujer en su coche. Su táctica para excusarse también dejó bastante que desear: confesó que sentía una gran atracción por tener sexo en lugares públicos.
2. Abonarse a una ‘segunda juventud’
La temporada 2002/2003 fue sin duda la de Oliver Kahn. A sus 34 años, al fin consiguió el reconocimiento que había estado buscando. Estandarte de la Alemania subcampeona en el Mundial de Corea y Japón, portador del brazalete de capitán en ‘su’ Bayern de Múnich y valorado por la IFFHS como el mejor arquero del momento. Aunque tanto elogio pareció afectar más de la cuenta a un tipo que obtuvo la excelencia a una edad en la que muchos ya están pensando en la retirada. Su cambio de perspectiva fue tal que en un arrebato pasional decidió abandonar a su esposa Simone, con la que esperaba un hijo, para iniciar una nueva vida con una joven camarera de 21 años.
3. Subirse al autobús de Sasa Curcic
El ‘George Best’ serbio, así lo llamaban. Pero no por sus regates a pares ni por su estética setentera. Más bien por esas otras ‘aptitudes’ del norirlandés. Salidas de tono contantes, alcohol, drogas y mujeres. Muchas mujeres. A finales de la década de los 90, Curcic quiso tener un detalle con sus nuevos compañeros del Aston Villa durante una visita a Londres. Menuda sorpresa se llevaron los Dwight Yorke o Mark Bosnich, entre otros, cuando al salir del hotel se encontraron con un autobús de dos plantas repleto de modelos y con Sasa al frente del volante. Un festín circulando por las calles londinenses a razón de 25.000 libras.
4. Dejar que todo quede en familia
Que Ryan Giggs fuera noticia por unas presuntas infidelidades ya pilló a muchos por sorpresa, teniendo en cuenta la imagen de ‘Perfect boy’ que ha trasmitido desde siempre el galés en el terreno de juego. Pero que una de las amantes en cuestión fuera su cuñada ya fue el colmo. Los medios insisten en que mantuvieron un romance a escondidas durante ocho años. Los futbolistas encuentran refugio en sus entornos más cerrados cuando se ven salpicados por la polémica. Pero cuando la bomba estalla precisamente entre los tuyos…
5. Jugársela a tu mejor amigo
Hace cinco años, la figura de John Terry se intuía como la de un icono sociocultural en las Islas británicas. Eje defensivo por antonomasia de los ‘pross’, líder simbólico de un Chelsea repleto de estrellas extranjeras y portador de una imagen de profesionalismo al extremo. El ídolo de toda una nación. Pero un suceso cambió su vida. En 2010 se supo que mantuvo relaciones con la mujer de su mejor colega en el vestuario ‘blue’: Wayne Bridge. Un caso que le apartó del Mundial de 2010 y le dejó sin el brazalete de su club. La imagen del lateral negándole el saludo al defenestrado dio la vuelta al mundo. De profeta a villano, para siempre.
6. Confundirse y no saldar tus deudas
Ser futbolista y estar lesionado puede derivar en una situación de difícil encaje, por doble motivo. Te mina la moral y tienes demasiado tiempo libre para buscar distracciones. Y si no que se lo pregunten a Ronaldo, que en 2008 se encontraba luchando para dejar atrás sus problemas de rodilla para incorporarse a la disciplina del Milan. Un buen día decidió olvidar sus penas contratando los servicios de tres ‘señoritas’ en un hotel. La sorpresa vino cuándo ‘O Fenómeno’ descubrió que quienes le acompañaban en la suite eran de su mismo sexo. Todo pudo quedar en anécdota si no fuera porque una de ellas acudió a una comisaría de Rio de Janeiro denunciando al jugador por impago.
7. Participar en un documental
Durante el verano del 2000, Frank Lampard y Rio Ferdinand quisieron darse un respiro en la paradisíaca Ayia Napa, en Chipre. Sol, playa, copas y fiestas nocturnas. Los dos internacionales británicos se lo pasaron en grande. Hasta tal punto que incluso decidieron mostrar su vena más artística. Ambos consintieron ser grabados mientras se acostaban con dos mujeres. La cinta se publicó en 2004 como parte de un documental sobre la vida extra deportiva de los jugadores, llamado ‘Sexo, futbolistas y vídeo’. Ya lo dicta el tópico teatral. Todo vale cuando pasas a la acción.
8. Saltar al césped cuando no hay partido
Dino Drpic, emergente central croata del Dinamo de Zagreb, lo había preparado todo con antelación y cautela. Le pidió a su mujer, la modelo de la revista Playboy Nives Celsius, que se cogiese la noche libre y habló con un empleado de su club para que dejase los focos abiertos del estadio Maksimir. Allí, en el círculo central del terreno de juego, Drpic desafió los límites del escándalo y convirtió su sueño erótico en una realidad. “Jugamos un partido muy especial aquel día”, confesó un tiempo después ella, el día que hizo público el suceso. A partir de entonces, la trayectoria del jugador cayó en picado: el Dinamo se lo quitó de encima y nunca más pisó la élite. Internacional una vez con los croatas, hoy busca equipo a la desesperada.
9. Agrietar la imagen azteca
Los mejicanos tienen un don especial para encontrarse en medio de todos los marrones cuando se juntan en su combinado nacional. El robo que unas prostitutas perpetraron a su selección sub21; las relaciones entre Carlos Salcido y un travesti; el reportaje fotográfico de la fiesta azteca posterior al Mundial de 2006… Las sanciones a jugadores internacionales están siempre a la orden del día en El Tri. Conocidos nuestros como Carlos Vela o Jonathan Dos Santos tampoco han podido esquivarlas.
10. Distraerse en el trabajo
750.000 euros fueron suficientes para que Faria Alam decidiera vender su historia en 2004 a los tabloides e hiciera estallar el escándalo en el seno interior de la FA (Football Association), de la que era secretaria. La joven oficinista declaró que estaba manteniendo relaciones sexuales con el presidente de la institución Mark Palios y el entonces entrenador de la selección inglesa, Sven Goran Eriksson. El primero vio inmediatamente ‘volar’ su cargo, mientas que el segundo pudo mantener su puesto en el banquillo, que no su matrimonio. Ésta lista va de jugadores de campo, pero conviene apuntar con un buen ejemplo que otras personalidades del circo balompédico que suelen estar mejor consideradas también son firmes candidatas a meter la pata.