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Por qué el Liverpool tiene una de las aficiones más fieles del mundo

Hablar del Liverpool FC es nombrar títulos, leyendas, buen fútbol y noches europeas inolvidables bajo las estrellas del cielo británico. Aún así, más allá de los trofeos o los récords que forman parte de la carta de identidad del club, hay un factor que ha sido constante a lo largo de los altibajos del club.

Pocos templos futboleros pueden decir que cuentan con un nivel de compromiso, pasión y lealtad como el de los seguidores de los “reds”, un amor correspondido con el club demostrado durante generaciones, como si se tratase de un matrimonio de años.

You’ll Never Walk Alone (nunca caminarás solo)

No hay visitante que entre a Anfield y no se emocione al escuchar los primeros acordes de “You’ll Never Walk Alone”, el himno del club rojo. Además, gracias a plataformas como www.hellotickets.es, son cada vez más las personas que pueden disfrutar del privilegio.

La canción fue adaptada y adoptada en los años 60. Con los años se convirtió en una declaración de principios, dado que en cada partido, decenas de miles de voces lo entonan al mismo tiempo. Este coro, aunque desafinado, transforma al estadio en una catedral del fútbol. El mensaje es transparente, el equipo y sus hinchas son uno solo, y nunca se enfrentarán a la adversidad en soledad.

Este sentimiento ha traspasado fronteras y generaciones. Ha acompañado al Liverpool en sus mayores gestas, como la épica remontada en Estambul en 2005, y también en sus momentos más oscuros, como la tragedia de Hillsborough en 1989. En las buenas y en las malas, la afición ha estado ahí, firme, con una devoción que roza lo sagrado.

Anfield, donde la fidelidad se vuelve atmósfera

El estadio de Anfield no sólo es la casa del Liverpool; es el corazón de su hinchada. Hasta los peores rivales y sus entrenadores elogian la atmósfera del estadio, entre los cantos y los gritos de sus fans. Entre 2017 y 2021, el equipo logró una racha invicta de 68 partidos en casa, y gran parte de ese mérito se debe a la energía que emana de las tribunas.

“The Kop”, la grada más emblemática del estadio, es un hervidero de pasión que empuja al equipo en cada jugada. No importa si se enfrenta al líder de la Premier League o a un equipo modesto: el apoyo es incondicional. Incluso en temporadas en las que los títulos se han hecho esperar, el estadio ha seguido llenándose, semana tras semana, alimentado por una fe inquebrantable.

Lealtad a prueba de descensos

Lo que hace una gran diferencia entre los aficionados del Liverpool y otros es que su fidelidad no está atada al éxito deportivo. En los años en los que el club no levantaba trofeos, cuando la sombra del Manchester United se alargaba o cuando la Champions parecía una utopía lejana, los seguidores siguieron creyendo. Es una hinchada que entiende que el fútbol no es solo ganar, sino también resistir, esperar, confiar.

Esa esperanza sostenida ha sido recompensada en distintas etapas. Primero, con el resurgir en Europa en los años 2000 y más tarde con el título de Champions en 2019, reforzado en la histórica Premier League de 2020. Pero lo verdaderamente admirable es que incluso si esos logros no hubieran llegado, la devoción no habría cambiado demasiado. El Liverpool puede estar arriba o abajo, pero sus “reds” no se bajan del barco.

No hay fronteras para el amor

Aunque Liverpool es una ciudad portuaria del norte de Inglaterra, su afición no se limita al Reino Unido. Los “reds” tienen seguidores en todos los continentes, desde América Latina hasta Asia, pasando por África y Oriente Medio. En cada rincón del planeta, hay peñas, camisetas y corazones latiendo al ritmo de lo que ocurre en Anfield.

La conexión con el club se transmite a veces de padres a hijos, al igual que se heredan las joyas de la familia. Otros llegan por la épica de sus noches europeas, por la historia de jugadores como Steven Gerrard o por el carisma de entrenadores como Jürgen Klopp. Sea cual sea la razón que inicia el vínculo, lo que permanece es un sentimiento profundo.

Nivel de fútbol en sangre: alto

El Liverpool no es simplemente un equipo. Para sus seguidores, es una filosofía de vida. Significa creer en la justicia, en la comunidad, en la perseverancia. Es un club que de alguna manera actúa como un espejo frente a los valores de una ciudad trabajadora, orgullosa y resiliente.

Aún cuando el fútbol de élite puede parecer para muchos un negocio sin alma, en el que el balón gira gracias a la presión monetaria, el Liverpool y su afición conforman la excepción que confirma la regla, un oasis donde todavía se respira la autenticidad de los clubes menores.

El vínculo entre el club y su gente es tan fuerte que, muchas veces, los propios jugadores y canteranos reconocen que sienten una responsabilidad mayor al vestir esa camiseta. No se trata solo de competir, sino de honrar a los que vistieron antes una camiseta de los “reds”.