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Suiza y la doble nacionalidad

El país helvético nunca había alcanzado los octavos de una Eurocopa hasta 2016. Desde entonces, la selección no ha parado de crecer. En Alemania, puede lograr un nuevo hito: las semifinales

El éxito de la selección de Suiza no es casualidad y es que el país helvético ha estado trabajando desde hace tres décadas para conseguir estos resultados. Si bien es cierto que, desde los años 90, el conjunto alpino ha ido aumentando su experiencia, en esta Eurocopa puede acabar de explotar. Este hecho se confirmó en los octavos de final del pasado sábado. La ‘Nati’ se enfrentó a la actual campeona de la Eurocopa, Italia. Los helvéticos dominaron el encuentro ante una selección ‘azzurra’ que tan sólo realizó un tiro entre los tres palos de la portería de Yan Sommer. A falta de ocho minutos para acabar la primera parte, Remo Freuler adelantó al equipo de Murat Yakin. Y, pocos minutos después del inicio de la segunda mitad, Rubén Vargas colocó la pelota en la escuadra derecha de la portería de Gianluigi Donnarumma. En el once titular frente a Italia, seis jugadores suizos contaban con la doble nacionalidad. Y esa es precisamente una de las claves del éxito de la ‘Rossocrociati’.

En la convocatoria de Yakin, de los 26 jugadores que han sido seleccionados para defender la bandera suiza, 14 cuentan con la doble nacionalidad. Entre ellos: Xherdan Shaqiri, Granit Xhaka, Ricardo Rodriguez, Manuel Akanji, Rubén Vargas, Breel Embolo o Noah Okafor. Suiza tiene en su vestuario la representación de doce países diferentes. Y este hecho no solamente se produce en la plantilla, sino también en el cuerpo técnico. Empezando por el entrenador, Murat Yakin, quien tiene nacionalidad suiza y turca. Su mano derecha, Giorgio Conti, cuenta con la nacionalidad suiza e italiana, igual que el entrenador de porteros, Patrick Foletti.

La migración a Suiza

A mitad del siglo XX, la economía de algunas regiones de Europa padecían los efectos de la posguerra. Es por eso que muchos ciudadanos decidieron partir hacía otros países en busca de mejores condiciones laborales con las que pudieran mantener a sus familias. Uno de los lugares que acogió a más trabajadores fue Suiza. El país necesitaba mano de obra y ofrecía unas buenas condiciones salariales, por eso muchos ciudadanos españoles e italianos, por ejemplo, marcharon hacía la zona de los Alpes. Durante las siguientes décadas, la migración fue aumentando y se incrementó con la Guerra de los Balcanes, cuando muchos ciudadanos de Yugoslavia se refugiaron en Suiza para salvar la vida. Por esta razón, muchos de los ciudadanos suizos cuentan con doble nacionalidad. Algo que, con el tiempo, se ha reflejado también en la selección alpina.

 

En el once titular que barrió a Italia de los octavos, seis jugadores suizos contaban con la doble nacionalidad. Y esa es precisamente una de las claves del éxito del combinado helvético

 

Los clubes suizos comenzaron a cuidar más sus canteras en los años 90, imitando los sistemas más potentes del mundo. Para este proyecto se invirtió en infraestructuras, construyendo campos de primer nivel, preparando bien a los entrenadores, creando escuelas, etc. Con el propósito de potenciar el talento nacional y aprovechar las condiciones de esos recién llegados mediante su integración. El plan dio sus frutos. A principios del siglo XXI, Suiza se alzó con la Eurocopa Sub-17 y más tarde, en el 2009, la misma sección se alzó con la Copa del Mundo. Muchos de los jugadores que participaron en esa competición contaban con la doble nacionalidad, como por ejemplo Xherdan Shaqiri, nacido en Kosovo, Granit Xhaka, nacido en Albania, o Ricardo Rodríguez, cuyo padre es español y cuya madre es chilena, aunque él nació en Zúrich. Poco a poco, este plan ha mejorado a la selección absoluta.

Aunque algunas de las jóvenes promesas formadas en Suiza se han escapado hacía otros países. Este fue el caso de Ivan Rakitic, ex jugador del Barcelona. Su familia huyó de Croacia a Suiza por la Guerra de los Balcanes en la década de los 80. Con el paso de los años se asentaron y en 1988 nació el mediocentro. Rakitic fue criado y formado en territorio alpino, hasta que, con 19 años, tuvo que elegir entre jugar con Suiza o Croacia. Finalmente, decidió vestir la camiseta ajedrezada. La elección generó polémica, ya que el jugador había sido formado en Suiza. Muchos vieron este hecho como una traición de Rakitic. Pero no fue el único que tomó esta decisión: Taulant Xhaka, hermano del actual capitán de la selección suiza, también decidió jugar para Albania, después de haber nacido en Zúrich.

La progresión de la selección suiza

La historia de Suiza en las grandes competiciones internacionales comenzó en 1934, cuando logró clasificarse para el Mundial de Italia. El conjunto helvético alcanzó los cuartos de final, donde fue eliminado por Checoslovaquia (3-2). Participó en otras cuatro ocasiones (1950, 1954, 1962,1966), pero tan sólo en 1954 logró avanzar más allá de la fase de grupos. Pero tampoco pasaría más allá de los cuartos, ya que fue eliminada en el cruce por Austria (7-5). No fue hasta 1994, 28 años después de su última clasificación, que volverían a participar en la fase final de un Mundial. Con Roy Hodgson en el banquillo, los suizos pasaron como segundos (4 puntos) en el Grupo A, por detrás de Rumanía (6 puntos). Aunque su andadura se acabaría en octavos, donde fue eliminada por España (3-0). No participó hasta doce años después, en el 2006, cuando pasó a la segunda fase del torneo como líder de grupo por delante de Francia. En octavos, fueron eliminados por Ucrania, en un partido que se decidió en la tanda de penaltis. Desde ese Mundial, Suiza no se ha perdido una cita mundialista.

 

El éxito del conjunto suizo en la presente Euro no es casualidad; el país alpino ha estado trabajando desde hace tres décadas para conseguir estos resultados

 

En la Eurocopa les costó mucho más. No fue hasta 1996 que la selección suiza se clasificó por primera vez a la fase final del torneo. Aunque se quedaron en el primer escalón, la fase de grupos. En el siglo XXI, lograron participar dos veces consecutivas en la competición continental (2004 y 2008), aunque no pasaron de la fase de grupos. No fue hasta 2016, que la selección alpina dio un paso adelante y alcanzó los octavos de final. Pero cayó ante Polonia, en un partido en el que los 90 minutos no serían suficientes para que una de las dos selecciones anotasen un tanto. Ya en la tanda de penaltis, Granit Xhaka falló su oportunidad, condenando a la eliminación a la selección suiza. La siguiente edición del campeonato también fue un paso adelante, puesto que avanzaron a los cuartos de final. En la primera ronda dieron la gran sorpresa, ya que eliminaron a la campeona del mundo, Francia, en la tanda de penaltis. El pase a las semifinales también se decidió desde los once metros, esta vez contra España. Aunque en esta ocasión, la suerte cayó del lado de los españoles, que ganaron la tanda por 1-3.

En la Eurocopa de Alemania, Suiza se clasificó como segunda del Grupo I, por detrás de Rumanía, con 17 puntos. Ya en la fase final del campeonato, quedaron encuadrados en el Grupo A, junto a la anfitriona Alemania, Hungría y Escocia. En octavos, derribaron a Italia. Y ahora, en la siguiente fase, se enfrentarán a Inglaterra, que pasa por un momento complicado. En el once titular, volverá a tener más de una nacionalidad, pero todos lucharán por una sola, la suiza. Nos queda por ver si consiguen vencer al ‘Team of the Rose’ y alcanzan por primera vez en su historia las semifinales de una Eurocopa.

 


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Fotografía de Getty Images.