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‘Legia somos nosotros’

Colocamos el foco sobre los intimidantes ultras del Legia Varsovia, que 21 años después, vuelve a jugar partidos de Champions League

Patriotas, xenófobos, homófobos, anticomunistas… y les da igual. Así son los ultras del Legia de Varsovia, que esta año vuelve a disputar partidos de la fase de grupos de la Champions League tras 21 años de ausencia. Cuenta la leyenda que el grupo más respetado en el panorama de las hinchadas en el viejo continente es el de la capital polaca. ¿Por qué?

 

Żyleta, cuchilla en polaco, da el nombre al fondo en el cual siempre se han situado los ultras del Legia. El nombre proviene de la década de los 70, cuando el equipo tricolor disputaba los partidos en su antiguo recinto

 

Żyleta, cuchilla en polaco, da el nombre al fondo en el cual siempre se han situado los ultras del Legia. El nombre proviene de la década de los 70, cuando el equipo tricolor disputaba sus partidos en el antiguo recinto, ahora ya reformado con el letrero de Estadio Municipal del General Józef Piłsudski, primer jefe de estado de la República de Polonia. La historia de “cuchilla” viene de una valla publicitaria de la marca Polsilver, situada encima del sector central donde los hinchas más ruidosos del Legia comenzaban a distinguirse de los aficionados normales, por sus lanzamientos de bengalas y enfrentamientos con otras aficiones rivales, entre otras gamberradas. Hace falta mencionar que al principio estos se situaban en preferencia, mientras que por estética han preferido el fondo en el nuevo estadio, inaugurado el 7 de agosto de 2010 (Legia 5-6 Arsenal). Tengo que destacar que en mi última visita a Polonia, en marzo de este año, con el motivo de disfrutar de un Lech-Legia en Poznań, nos pasamos por Varsovia para ver el ambiente, y como dato nos contaron los miembros del club que la remodelación del recinto fue pagada por el ayuntamiento, y este se lo ha prestado para los próximos 100 años al Legia, explicándonos que ningún club de Polonia dispone de tanto dinero para construir un estadio nuevo por su cuenta. Por otro lado, vi que el templo de los legionarios está muy bien rodeado, y no me refiero solamente a una figura de Kazimierz Deyna, historia del fútbol polaco, ni tampoco a los campos de entrenamiento, ni al TORWAR, un centro de deportes donde se puede disfrutar del baloncesto, hockey e incluso del ping-pong, no. Me refiero al Legia Fight Club en el cual entrenan a diario los miembros de las diferentes secciones de Żyleta. Además, alrededor del estadio se pueden encontrar decenas de grafitis con símbolos patrióticos, anticomunistas o en contra de la UEFA y pequeñas tiendas con material para aficionados locales, llevadas por los propios ultras.

Así visten los ultras del Legia. Con guantes y máscaras, para no dejar huellas.
Así visten los ultras del Legia. Con guantes y máscaras, para no dejar huellas.

Esto no es solo cosa de una o de dos personas. Dentro de Żyleta se pueden encontrar diferentes secciones. Podemos decir que el grupo ultra del Legia funciona casi como una banda organizada: financiación, buenos contactos con el club, ayudas sociales a colectivos y enemigos muy fijados como la UEFA, la Policía y todo el que no sea del Legia. Si algo destaca en Polonia, además de las típicas quedadas en los bosques para “saludarse” al más estilo ruso, es que hay un grupo que se dedica a crear el ambiente, hacer los mosaicos, los pyroshows y la animación en el estadio, y otro para “defender” los intereses fuera de él, en las calles.

En las gradas y en las calles

Nieznani Sprawcy (Autores Desconocidos) son los encargados de transformar un papel y una bengala en un espectáculo seguro, y ojo, seguro porque nunca han lanzado una bengala al césped, en su propio campo, y también seguro para ellos, ya que cuando van a encender las bengalas se ponen guantes de plástico y se camuflan con pasamontañas, de esta manera las cámaras no les pueden cazar, ni tampoco la Policía puede quedarse con sus huellas dactilares. No hace falta mencionar que la seguridad en el sector “radical” es casi nula, y en algunos casos son los propios ultras los que trabajan para la empresa contratada. Ahí entran en juego los Teddy Boys 95, el grupo hooligan que domina las calles de Varsovia y han tenido una larga lista de enfrentamientos con grupos nacionales e internacionales. Ahora en Europa, la gente lo podrá ver con sus propios ojos. Las calles de Madrid verán a los seguidores del Legia, todos comandados por Staruch (Viejo), un apodo que viene del apellido de Piotr Staruchowicz, pero el capo del Legia ya no se llama así, sino Piotr Cern, apellido que ha tomado tras casarse con su mujer.

A modo de contexto, os dejamos una recopilación de coreografías del Legia en la temporada 2015-16:

Ahora, ¿dónde estará el espectáculo, en el césped o en las gradas? La UEFA tiembla.

Las dos imágenes utilizadas en este reportaje provienen de hooliganstv (portada) y de To My Kibice (interior).