Que la Europa League es la mejor competición de clubes a nivel europeo ya se sabe, no es ninguna novedad. Más allá de que grandes clubes del continente se la tomen en serio, algo que era necesario, lo mejor de este maravilloso torneo son los clubes desconocidos que militan en ella. La Europa League ha hecho más por el conocimiento de la geografía que cualquier libro de texto. A pocos os sonará sin tirar de Wikipedia el LASK Linz. No os preocupéis, hasta esta temporada yo también desconocía la existencia de este equipo austríaco. Pero ya sabéis, aquí estamos para conocer a estos humildes equipos de ligas menores. Todo sea por decir los viernes en el café del trabajo lo bien que se mueve el ‘9’ del LASK o qué prometedor es su extremo.
Lejos de tener la fama y los títulos del Rapid de Viena, el Austria de Viena, el RB Salzburg, el Admira o el Sturm Graz, el equipo de Linz tan solo ha ganado una Bundesliga austríaca y fue en 1965. ¿Qué han hecho durante todo ese tiempo? No han aparecido ante los focos por mérito, o en este caso demérito, propio. En las últimos temporadas se han pasado ocho años en primera división, nueve en segunda y dos en tercera. Desde 2017 están en la máxima división del país pero entre 2012 y 2014 estuvieron en tercera. Lo cierto es que sus últimos cursos están siendo buenos, han quedado en cuarta y segunda posición, dándoles el billete a poder disputar competiciones europeas. Y esto tiene un mérito terrible, teniendo en cuenta de donde vienen, que es una ciudad de algo más de 200.000 habitantes y que apenas cuentan con un solo título de liga.
El LASK se creó hace más de un siglo como un club de atletismo pero no tardó en convertirse en una entidad de fútbol. Siempre ha estado unido a la ciudad de Linz que está a 30 kilómetros de la frontera con la República Checa, no me habría disgustado haber jugado para este club. Pese a ser un conjunto con altibajos, posee bastante historia y partidos en enfrentamientos europeos, incluso le ganaron al Inter en la UEFA. Sus mejores recuerdos datan de la extinta Copa Intertoto. En 1996 llegó a alcanzar las semifinales tras dejar por el camino al Djugardens, B68 Toftir, Apollon Limassol y Werder Bremen, pero los rusos del Rotor Volvogrado rompieron su sueño. Desde el año 2000 hasta 2018 no volvieron a saber lo que eran los enfrentamientos europeos, hasta que el equipo volvió a la Bundesliga y compitió en la parte alta de la tabla. El curso pasado eliminó en segunda ronda de la Europa League al Lillestrom noruego pero el Besiktas frenó su camino, pese a ganar como local a los turcos.
Este curso el mérito aún ha sido mayor. Entraron en la tercera ronda de la Champions League y dejaron por el camino al Basilea, palabras mayores. Ya en en la ronda definitiva por entrar en la máxima competición europea cayeron de forma digna ante el Brujas. El LASK mucha suerte no ha tenido con el sorteo, ya que va a tener que pelear con el Rosenborg, el Sporting de Portugal y el PSV. Casi nada. De todas formas, es un equipo al que cuesta derrotar, en liga juega en el Waldstadion pero en la Europa League lo hará en el Linzer Stadion, con capacidad para 14.000 espectadores. La temporada pasada tan solo cedió dos derrotas en su competición liguera, una de ellas ante RB Salzburg, y vienen de cargarse dos años consecutivos a equipos con tradición europea como el Besiktas y el Basilea. Una cosa está clara, Linz cada día parece estar más cerca de volver a saborear un éxito en su liga doméstica, que no se quede todo en el dulce de su famosa y característica tarta linzer.