Es fácil hablar del Brentford en los tiempos que corren. Su fútbol, sus resultados y su metodología hacen del equipo de las ‘Abejas’ uno de los grandes atractivos underground del todopoderoso fútbol inglés. Y de la misma forma, hablar de los londinenses es hablar de su gran protagonista, Ivan Toney. Un ídolo entre luces y sombras. Ambas combinan de maravilla cuando lo que queremos es contar una historia. De la misma manera que la vida sin muerte y la felicidad sin tristeza no tendrían sentido, los matices dramáticos en aquellos relatos de éxito parecen poner un toque picante que engrandece la sensación de quien los disfruta. En el caso de Toney, el picante viene de lejos.
Con 20 dianas, Toney es actualmente el tercer máximo goleador de la Premier League, sólo superado por Haaland y Harry Kane y perseguido de lejos por Mo Salah. Jugador de moda, en racha y un goleador prolífico, el ‘17’ del Brentford debería estar en la cresta de la ola sin demasiadas dudas. Y a pesar de todo, el delantero centro inglés parece estar pasando de puntillas en torno a sus opciones de futuro desde la aparición de una serie de cuestiones que afean de manera clara sus posibilidades dentro de la élite futbolística e impiden que su nombre muestre toda la luz que reclama su fútbol. Al parecer, su acierto de cara a portería no se le aplica a la cordura fuera de los terrenos de juego.
Toney ha sido sancionado con ocho meses de inhabilitación. Son más de 260 casos ya reconocidos por el propio jugador en los que incumplió las normas de la Football Association en materia de apuestas
Si ya en el pasado Kieran Trippier fue sancionado por un caso de apuestas, Ivan Toney se enfrenta a una sanción por el mismo motivo. El delantero inglés de 27 años ha sido sancionado por un periodo de ocho meses en los que estará inhabilitado. Son más de 260 casos ya reconocidos por el propio jugador, en los que incumplió las normas de la Football Association en materia de apuestas. Durante sus estancias en el Scunthorpe, Wigan (ambas como cedido del Newcastle United), Peterborough y Brentford, a Toney se le imputa por corromper supuestamente una ley que es clara: ningún miembro que pueda llegar a acceder a información privilegiada dentro de un equipo de fútbol profesional puede apostar de manera directa o a través de intermediarios.
El fenómeno de las apuestas en Inglaterra no es novedoso ni original. El mismísimo Tommy Shelby, célebre protagonista de la serie Peaky Blinders, ilustra perfectamente el arraigo de las casas de apuestas en suelo inglés a comienzos del S. XX. En esas primeras décadas maduraba el fútbol alrededor del mundo mientras quienes se acercaban a estas primitivas casas de apuestas trataban de salir de la pobreza a través de la fortuna. Hay un largo trecho desde la cierta romantización de esos bajos fondos hasta el tratamiento de las apuestas hoy por hoy, pero lo cierto es que la Premier League ha decidido acabar de manera solemne con el estrecho y polémico vínculo entre apuestas y fútbol profesional.
En una edad perfecta para acabar de explotar, a poco menos de un año de haber debutado como internacional, el nombre de Toney, después del escándalo de las apuestas, genera a partes iguales desconfianza e interés entre quienes quieren hacerse con su talento goleador
Por su parte, la liga inglesa también presenta batalla, prohibiendo desde el pasado mes de abril la publicidad de casas de apuestas en las camisetas de los equipos participantes. Un paso firme contra un mundo que mueve millones desde hace décadas y que hoy enturbia una historia que, de primeras, parecía moverse cómoda entre los espléndidos números de un delantero que, de no haberse visto envuelto en este turbio halo, estaría sonando con aún más fuerza dentro de las distintas direcciones deportivas.
En una edad perfecta para acabar de explotar en el fútbol inglés y a poco menos de un año de haber debutado como internacional con la selección inglesa, es lógico que el nombre de Ivan Toney genere a partes iguales desconfianza e interés entre quienes quieran apostar por su talento goleador. Inhabilitado hasta enero de 2024 y multado con alrededor de 50.000 libras, firmar a Toney es hacerse con un delantero talentoso que no podrá aportar goles hasta más allá de la segunda ventana de traspasos. Serán muchos los equipos que puedan y quieran reforzar la zona ofensiva en la Premier, pero lo cierto es que, con este picante añadido a la figura de Toney, el delantero del Brentford es, irónicamente, una apuesta arriesgada.
SUSCRÍBETE A LA REVISTA PANENKA
Fotografía de Getty Images.