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Iñigo Vicente, el mago de Derio

El futbolista del Racing de Santander es el máximo asistente de Segunda División e ilusiona a una afición que está viviendo una temporada apasionante en El Sardinero

Nació un 6 de enero y, paradójicamente, es él quien reparte regalos. Cada fin de semana en La Liga Hypermotion, Iñigo Vicente deja muestras de una calidad que va creciendo conforme avanza la temporada. Con 11 asistencias en 27 partidos, es actualmente el máximo proveedor de la categoría de plata del fútbol español y se ha convertido en todo un icono de El Sardinero. No obstante, también es capaz de anotar, y lo ha demostrado esta campaña con goles que podrían exponerse perfectamente en el Centro Botín. El último, frente al líder, el CD Leganés, para empatar justo antes del descanso y comenzar así una remontada que conmemoraba, además, los 111 años de historia del Racing de Santander.

Iñigo Vicente se crió futbolísticamente en Lezama, en la cantera del Athletic Club de Bilbao. Fue escalando categorías desde alevín hasta llegar a las puertas del primer equipo, aunque una vez allí no tuvo cabida en la plantilla de los leones. Entre 2019 y 2022 intercaló el Athletic con el Mirandés en calidad de cedido. Finalmente, decidió desvincularse de la disciplina del conjunto bilbaíno la temporada pasada y llegó libre al Racing, un equipo que hace no tanto se asomaba por Europa y que hace menos aún luchaba por no vararse en las lejanías del fútbol profesional; un histórico dormido que comenzaba a despertar de su letargo gracias, en gran medida, a los gritos de su afición.

 

Como buen ilusionista, Iñigo Vicente ve cosas donde nadie más las ve. No sólo es el jugador que más asiste de la categoría de plata, sino también el que más ocasiones y ocasiones claras genera

 

Todavía era pronto para saberlo, pero había llegado a un lugar hecho a su medida. Sobre todo con la llegada del entrenador, José Alberto. Ya con experiencia en Segunda División y por su forma de jugar, el contexto era idóneo para su crecimiento. Es un futbolista de esos que no perdona un error en un grupo cuya idea de juego busca eso precisamente. Con cada balón recuperado en campo rival el ritmo sube, y si el balón lo porta el ’10’, todo el estadio está expectante porque sabe que puede pasar cualquier cosa. Un contraataque del Racing liderado por él suele cumplir con los tres actos que enunció Nolan en El Truco Final. Primero: Iñigo muestra algo ordinario, un balón. Segundo: Iñigo esconde el balón al rival, lo hace desaparecer. Pero con eso no basta, lo hace reaparecer fuera del alcance del defensa y dibuja un pase perfecto para que otro compañero, el que se ofrezca voluntario, finalice el truco. Tercero: el prestigio, la ovación de La Gradona de los Malditos.

Fotografía de Ana Corro.

Como buen ilusionista, ve cosas donde nadie más las ve. No sólo es el jugador que más asiste de la liga, sino también el que más ocasiones y ocasiones claras genera. Hasta el momento, son 76 las que ha creado, de las cuales 20 han sido claras. Muy por delante del segundo, otro de los nombres propios de esta temporada, Ager Aketxe, que cuenta con 56, 5 de ellas claras. Una estadística que refleja no solo la cantidad de jugadas ofensivas que provee a su equipo, sino también la calidad de ellas. Son números sorprendentes y, de mantener este ritmo, podría acabar la temporada con un registro espectacular.

Se trata de un jugador desequilibrante, rápido y potente. Además cuenta con buen pie a balón parado. Pero no solo aporta en acciones ofensivas, es capaz de realizar una buena presión alta para forzar el error del rival o recuperar él mismo el balón e iniciar de nuevo una transición rápida. De nuevo, como dijo Nolan en aquella película, un mago no es un genio y tiene que ensuciarse las manos para lograr su cometido. Por eso es tan vertical en ataque y también en defensa y por eso se ajusta a la perfección al estilo de José Alberto.

 

Iñigo Vicente lo tiene claro: ha mostrado su deseo de devolver al Racing a la élite española y seguir vistiendo su camiseta en Primera

 

La parte alta de la Segunda División está muy apretada. Entre el primero y el duodécimo tan solo hay diez puntos de diferencia. El  conjunto cántabro, con 43, tiene opciones reales y armas para luchar por entrar en puestos de play-off y soñar con un posible regreso a Primera. Iñigo Vicente lo tiene claro y ha mostrado su deseo de devolver al club a la élite española y seguir vistiendo su camiseta en Primera. Aunque por otra parte entiende la dificultad de esta empresa. Sea como sea, cierra la puerta al Athletic, quien habría valorado traerlo de vuelta, si no es con un rol importante. No le faltaron pretendientes en el último mercado, pero el jugador se siente arropado en la capital de Cantabria y quien lo quiera seducir tendrá que poner mucho de su parte.

El Sardinero tiene un nuevo ídolo e Iñigo Vicente tiene un nuevo lugar en el que sentirse como en casa. Su evolución no se entendería sin los colores blanco, verde y negro, al igual que la campaña del Racing no se entendería sin Iñigo Vicente. El atacante prepara su truco final particular para estas 13 jornadas, una técnica de escapismo que saque al Racing definitivamente del tanque de agua.

 


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Fotografías de Ana Corro.