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El gran COTIF del verano

La historia de un clásico torneo estival que hace de la localidad valenciana de l'Alcúdia la capital mundial del fútbol durante 12 días

El verano ya está aquí. Todos sabíamos que llegaría el momento -un día u otro- de abrir el armario, sacar las bermudas y desempolvar clásicas costumbres de esta época del año como los temas de Georgie Dann sonando a todo trapo, añorar los tiempos de Grand Prix, las sandalias de dedo y, sobre todo, disfrutar del COTIF. Este último ítem estival es, para los amantes del balompié, una cita obligada -a finales de julio y principios de agosto- con ese fútbol sub-20 que llama a las puertas de la profesionalidad y en el que los mejores futbolistas de esta categoría se citan con la historia en el campo Els Arcs de la localidad valenciana de l’Alcúdia.

Desde ya hace 35 años, este torneo aglutina calidad e historia a partes iguales. Por los campos de este pueblo de la Ribera Alta valenciana han pasado estrellas en proceso de formación de la dimensión de Cafú, Kaká, Shevchenko, Iker Casillas, Iván de la Peña -con un peinado reseñable-, Isco Alarcón o James Rodríguez, entre otros, y que posteriormente han marcado la historia de este deporte. Ahí es nada. Una caldera de talento a punto de desbordarse y nutrir de fútbol a los clubes más grandes del mundo.

Pero este año no será igual. Sobrevolando esa atmósfera de fútbol que caracteriza esta competición habrá un contexto marcado por la no-presencia de Jorge Sampaoli como seleccionador interino sub-20 de Argentina. En teoría, el técnico argentino iba a ocupar el banquillo del combinado sub-20 de su país para jugarse su puesto en la Federación después de que Argentina no diera el mejor rendimiento en la Copa del Mundo de Rusia de este mismo verano. Finalmente, el cuerpo técnico que se hará cargo de la dirección técnica del combinado será capitaneado por Pablo Aimar y Lionel Scaloni, dejando entrever, una vez más, la inestabilidad deportiva que sufre la AFA. Lo que se conoce como un verano movidito. Además, y por si fuera poco, esta cita será el estreno del videoarbitraje (VAR) en España y por ello, la Federación Española de Fútbol ha decidido que el torneo lo arbitren colegiados que la próxima temporada estén en Primera División. No será extraño, pues, ver a Alberto Undiano Mallenco hacer un inequívoco gesto con los dedos -dibujando un rectángulo- para que le comuniquen si el delantero de la Selección Nacional de Mauritania ha sido derribado dentro del área por el defensa central del combinado sub-20 de Catar.

 

“Aquél era un torneo impresionante, lo único que le hacía falta era público para disfrutar de él. Nos gustó mucho la idea y pensamos que en l’Alcúdia podría funcionar”

 

Pero todo lo que representa este torneo para el mundo del fútbol base no es fruto de dos días de trabajo. Desde hace 35 años y hasta el día de hoy, las directivas que han ido pasando por la organización de esta cita futbolística han trabajado a destajo para conseguir el reconocimiento que tiene el COTIF en la actualidad: el mejor campeonato internacional de fútbol no oficial de esta categoría.

Adentrándonos en los entresijos históricos que dan pie a la fundación de esta competición, es conveniente decir que los primeros pasos de la andadura de este torneo nacieron, como casi todas las cosas buenas de este deporte, de la más pura casualidad. El equipo juvenil del pueblo, en 1983 y bajo la promesa que le hicieron al que hoy en día es el Presidente del torneo, Eliseo Gómez, ganó el campeonato de liga y, como recompensa, se trasladaron a la localidad francesa de Bollène para disputar un campeonato europeo de clubes. Entonces, los valencianos se dieron cuenta de que esta iniciativa fútbolística podría funcionar en su propia casa. Gómez confirma a Panenka: “Aquél era un torneo impresionante, lo único que le hacía falta era público para disfrutar de él. Nos gustó mucho la idea y pensamos que en l’Alcúdia podría funcionar”. Eliseo Gómez, que por aquel entonces ocupaba un cargo de concejal en el Ayuntamiento de l’Alcúdia, planteó la posibilidad al equipo de gobierno de organizar el torneo en el pueblo.

Después de muchas reuniones, noches de insomnio por lo que podría ser un proyecto de futuro que otorgara a l’Alcúdia la etiqueta de capital del fútbol mundial durante unos días al año, y predisposición para entenderse por ambas partes, el Ayuntamiento accedió a construir un sistema de iluminación en el campo para poder llevar a cabo el torneo. Entonces, tan solo eran dos o tres los campos de fútbol en Valencia que contaban con este sistema de iluminación que ahora nos parece lo más normal del mundo. El COTIF era ya una realidad.

Desde sus comienzos en 1984, hasta hoy, casi todo ha cambiado. Entonces, el torneo solo se disputaba durante tres días -en jornadas maratonianas de 12 horas ininterrumpidas de fútbol- y solo habían invitados unos pocos equipos, pero con determinación y muchas ganas de elevar el prestigio de este campeonato por parte de la organización, trabajando de manera más que altruista durante los 35 años que tiene de vida, le han llevado a ser considerado como el mejor torneo no oficial UEFA o FIFA del mundo. “Aquí, nadie ha ganado ni un céntimo con la organización del torneo en 35 años. Todo va a parar al fútbol y, tal vez ese sea uno de los puntos que hacen al COTIF estar donde está. De lo contrario, es probable que ya no existiera”, apunta Eliseo Gómez.

Por la historia del COTIF han pasado combinados y jugadores tremendamente importantes, a posteriori, para la historia reciente de este deporte, como un joven delantero del Real Madrid, imberbe, con cara de no haber roto un plato y que en 1994 llevó a su equipo a alzar el trofeo, cosechando él mismo el premio a máximo anotador del campeonato. Tan solo tres meses más tarde, Jorge Valdano le hizo debutar con el primer equipo en la Romareda y el resto, fue historia. Su nombre, Raúl González Blanco. Este no es el único caso de jugador contrastado que ha explotado en el césped de Els Arcs de l’Alcúdia. Es por ello que en esta edición, la trigésimo quinta, ya han repartido más de 150 acreditaciones de agentes, scouters, ojeadores y gente venida de todo el mundo para disfrutar de primera mano de uno de los escaparates más apetecibles del fútbol sub-20.  Isco Alarcón, en 2011, llevando al Valencia CF a conquistar su sexta edición del campeonato o Schevchenko, en 1995, diez años antes de ganar el Balón de Oro, deslumbrando a todo el planeta fútbol protagonizando él solo la victoria de Ucrania en este torneo. Estos son algunos de los ejemplos más ilustrativos de la historia del COTIF.

Pero Eliseo Gómez no duda en adjudicar la etiqueta de ‘mejor equipo que ha pasado por l’Alcúdia’ a la Brasil sub-20 que levantó la copa en 1990, con jugadores como Cafú, Marcelinho Carioca o Moacir. Ese combinado, algo reticente a hospedarse en el colegio que le habilitaron -que contaba, por ejemplo, con literas del Ejército Español-, acabó aceptando las condiciones propuestas por el torneo por la hospitalidad, el trato y la comida que le ofrecían desde la organización. “Conseguimos encandilar a un conjunto de futbolistas que posteriormente han marcado la historia de este deporte mediante la sencillez y la humildad de nuestro trabajo. A partir de aquí, ellos hicieron el resto. Ganaron todos los partidos que jugaron en el campeonato. Fueron una selección irrepetible”, comenta el Presidente del campeonato.

Pero esto no es todo. Desde la organización del COTIF hace años que se trabaja por potenciar sectores del fútbol que, tal vez, no cuenten con la organización de torneos de tanta importancia como el fútbol base o el fútbol femenino. Por lo tanto, se organizan campeonatos paralelos en los que se enfrentan equipos de estas categorías en las mismas condiciones que lo hacen las estrellas emergentes más importantes de este deporte.

 

“Conseguimos encandilar a un conjunto de futbolistas que posteriormente han marcado la historia de este deporte mediante la sencillez y la humildad de nuestro trabajo. A partir de aquí, ellos hicieron el resto”

 

Siempre con la intención de hacer de la siguiente la mejor edición de la historia del COTIF, la organización ya planea la edición trigésimo sexta antes de dar el pistoletazo de salida -desde el 28 de julio al 8 de agosto- a la de este mismo año. “Para l’Alcúdia es muy importante el COTIF. Teniendo en cuenta que aquí vivimos casi 12.000 personas y durante el torneo, suele haber más espectadores que habitantes del pueblo, supone un impacto socioeconómico brutal, le da otra dimensión al pueblo durante el tiempo en el que se desarrolla el campeonato y, como no, nos llena de orgullo a todos los ‘roscanos y roscanas’”, afirma Gómez.

El recorrido de la competición son, sin duda, 12 días para ver, en una cruzada por el fútbol del buen gusto, a las promesas que marcarán el futuro de este deporte. 12 días para hacer de este clásico veraniego una alternativa al aburrimiento vacacional y, sobre todo, 12 días para hacer de l’Alcúdia la capital del fútbol mundial.