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Gakpo se va de casa por Navidad

El flamante fichaje del Liverpool es el primero en cambiar de aires tras realizar un gran Mundial. Los ‘Reds’ se llevan goles y asistencias por doquier

Empieza ‘La Purga’. Acaba de estallar la alarma que decreta el inicio del periodo en el que los grandes clubes europeos batallan entre ellos por conseguir las perlas, antes desconocidas, que ha dejado a la vista Catar 2022. El Liverpool ha abierto la veda, ha sido el primero en imponerse en la puja por Gakpo y recordar aquella nefasta y vieja -por suerte- costumbre inglesa de finales del siglo XVII que describe la novela de Thomas Hardy, El alcalde de Casterbridge: la subasta de esposas. Una operación en la que el marido sometía a su esposa a una puja y la vendía al mejor postor. Un remate que ha desencadenado en el primer divorcio del mercado invernal, el de Coady Gakpo y toda una vida dedicada al PSV, donde creció, debutó y se ganó un nombre en este mundillo.

A sus 23 años, el traspaso del delantero neerlandés al conjunto ‘red’ congrega dos de los fenómenos más presentes en los mercatos contemporáneos. Por una parte, entra en la lista de futbolistas cuyo desempeño en el Mundial propició su fichaje por un club top, como ocurrió con James Rodríguez y Keylor Navas, que volaron de Brasil a Madrid en 2014, o con Khedira y Özil en 2010, con igual destino, procedentes de Sudáfrica. Y, por otro lado, se prosigue con la tendencia de los últimos años y el fútbol holandés repite como repartidor de talento a grandes equipos y fuente de ingresos mayúsculos. Gakpo se suma a la lista de los De Jong, De Ligt, Antony, Lisandro Martínez y Haller, entre otros.

Porque, como bien sabemos los despistados de siempre, las compras por Navidad son más caras. Sobre todo en un año tan especial, marcado por la inflación de una reciente Copa del Mundo que castiga con dispendiosos precios a las familias que no hicieron los deberes un mes antes. 42 ‘kilos’ más 15 en bonus, en este caso. Sin embargo, hay quien se lo puede permitir y prioriza comer gambas frescas antes que congeladas. Como el Liverpool, Gakpo llega directo y fresco a la ciudad de los Beatles pese al sofocante calor de Doha. Más rápido que el Polar Express o Amazon Prime, según la magia navideña que poseas. Sus tres goles en la fase de grupos del Mundial con Países Bajos lo convirtieron en la principal amenaza ofensiva del conjunto de Van Gaal y aceleraron los trámites para que fuera Kloop el primero en rascarse el bolsillo tras consultar el vademécum de revelaciones del torneo.

Natural de Eindhoven, entró en las inferiores del PSV con ocho años y fue escalando categorías como Alberto Ginés en un rocódromo. Hasta que cumplió su sueño: jugar en el club de su ciudad y ser entrenado por algunas de sus leyendas. Phillip Cocu le hizo debutar en 2018, con Van Bommel se ganó un sitio fijo en el once y Van Nistelrooy lo empujó a la élite. El icono neerlandés se hizo con el banquillo Rood-Witten a principios de temporada y su pupilo llegó al parón mundialista con 12 goles y 14 asistencias en su casillero. Datos dignos de un prodigio que obnubila la mente de aficionados, compañeros y rivales. Su participación directa en goles a favor esta campaña iguala a la de Erling Haaland en el Manchester City. ¿Casualidad? No lo creo, titula una canción de Siniestro Total. Lo mismo opinan quienes le entregaron el premio al mejor jugador holandés de 2022.

 

Sus tres goles en la fase de grupos del Mundial con Países Bajos lo convirtieron en la principal amenaza ofensiva del conjunto de Van Gaal y aceleraron los trámites para que fuera Kloop el primero en rascarse el bolsillo

 

La contratación de Gakpo es inteligente. En un juego de constelaciones como el del Liverpool, en el que la sinergia de los futbolistas es el factor esencial que desestabiliza los engranajes defensivos rivales, el holandés puede encajar a la perfección en cualquiera de las posiciones de ataque. Pese a ser un ariete diestro que juega casi siempre por la banda izquierda, también puede participar como punta. Su capacidad para encontrar situaciones de tiro deviene en una de sus principales fortalezas, sobre todo cuando recorta hacia dentro tras empezar escorado en banda. Eso no solo le sirve para finalizar la jugada, sino también para conectar con un compañero desmarcado que le devuelva la pared.

Una de las -tantas- virtudes de los equipos de Kloop es el dominio del juego de transiciones y, pese a que han ido evolucionando paulatinamente hacia un juego más posicional, siguen siendo letales a campo abierto. Gakpo es perfecto también para este tipo de jugadas, su velocidad endiablada y exquisita condición para empujar la pelota hacia delante y conducirla al espacio lo convierte en una amenaza al contraataque. En el PSV, sus movimientos por el costado zurdo complementaban a los del lateral Phillip Max. En el Liverpool, Robertson, un carrilero muy profundo, también puede aprovecharse del desplazamiento de Gakpo hacia zonas interiores.

En la selección nacional, el neerlandés está acostumbrado a jugar de ‘9’. Toca el balón con menos frecuencia, pero no necesita generar tanto para amenazar el arco rival. Su altura (1.89m) no le resta agilidad. Al contrario, le posibilita dominar el juego aéreo y atacar la espalda rival descolgándose del balón o recibirlo en los pies para un posterior giro y así encarar la meta contraria. En Anfield, podrá combinar con Salah o Firmino, principalmente, para atraer al adversario ofreciéndose de cara y generando un hueco para un desmarque. Gakpo puede ejercer ambas funciones. Unas veces gana, y otras también.

Y aunque comprar en el Black Friday hubiese salido algo más barato, tener a Gakpo como regalo navideño no está nada mal. Dicen que Santa Claus viste de rojo por culpa de un añejo anuncio de Coca Cola, pero con obsequios de tal calibre, quizás la indumentaria que guarnece el frondoso cuerpo del viejo del Polo Norte tenga más que ver con el ‘You’ll never walk alone’ que con la bebida que detesta Cristiano. De todas maneras, ‘Cody’ se ha independizado por Navidad, al contrario de la tradición y tres años antes que la media europea. Pero está preparado: si no le asustó el Mundial, tampoco lo hará la Premier League. Solo debe seguir haciendo lo que mejor se le da, tan fácil como eso. Si te llamas Coady Gakpo, claro.

 


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Fotografía de Getty Images.