Menudo encargo te han encomendado, Paul. Pero si aquí en Múnich estamos de lujo. Sin preocupaciones por el descenso, vamos líderes y además allí en Inglaterra el clima es un asco. ¿No te acuerdas cómo nos fue en el Chelsea? Menudo coñazo, tío. Que Gales no es lo mismo que París o Madrid, Paul… Dudo mucho que Carlo Ancelotti le hablara en estos términos exactos a Paul Clement, pero mi mente reconstruye una conversación así. Será porque veo en su destino un movimiento poco inteligente, como aquel que decidió hacer Rafa Benítez con el Newcastle. El técnico inglés tendrá más margen de maniobra del que tuvo Benítez, pero este Swansea parece carne de Championship.
Los dirigentes del Swansea no saben ya ni lo que quieren, más allá de salvar la categoría. En los últimos meses han pasado por allí Francesco Guidolin o Bob Bradley. Dos entrenadores con cierto pedigrí, pero solo el experimentado italiano supo sacar rendimiento a su plantilla. El mito de Udine generó incertidumbre, pero los resultados le acompañaron. La apuesta por Bradley fue muy arriesgada, una moneda al aire en toda regla. Y nada, salió cruz. Entonces, ¿por qué los propietarios esta tercera vez no han pisado sobre tierra firme? Ni idea, nadie lo sabe. Incluso han dicho que con Clement volverá el orgullo al club, algo que según ellos se había perdido. El Swansea está en posiciones de descenso, inmerso en una dramática racha de juego y resultados, con una defensa propia de la Eredivisie. Al menos ya no son últimos, lo es el Hull City, y su salida del pozo está a unos pocos puntos. Pero si tenemos en cuenta que en sus próximos partidos se las verá con Arsenal, Liverpool y Manchester City, quizá ese optimismo no sea tan real.
Esta es la segunda aventura de Clement al frente como primer entrenador. La anterior fue hace justo un año, en el Derby County. Tan solo ocho meses duró en el cargo, fue cesado en el mes de febrero tras firmar una mala racha. De todas formas, si repasamos sus cifras no fueran tan malas como para haber sido despedido. Esa es toda su experiencia, y ahora llega a un club en apuros de la Premier League. Ocho meses y ahora a torear con un equipo en claro declive. El bueno de Clement está ligado a la figura de Carlo Ancelotti. Han estado juntos en el Chelsea, PSG, Real Madrid y ahora Bayern de Múnich. Pese a todo esa bagaje como segundo entrenador, sorprende la apuesta del Swansea. Es posible que esté preparado para el cargo, pero genera más dudas que Guidolin o Bradley. Al menos ellos sí habían estado más tiempo como entrenadores jefe. Por lo menos ha llegado con buen pie. Nada más anunciarse su fichaje, se sentó en el banquillo para medirse al Crystal Palace (otro club en apuros). Y ganó 1-2 gracias a un gol del mítico Ángel Rangel. Quizá a los dueños del club galés les haya venido a la mente Aitor Karanka y el Middlesbrough. Un caso parecido al de Clement, pero sin las mismas urgencias. Si al técnico vasco le salió bien la jugada, igual a ellos también.
La plantilla del club galés está muy descompensada, repasemos línea por línea qué es con lo que se va a encontrar Clement. En la defensa encontramos su mayor punto débil. Son el equipo más goleado de la Premier, han encajado 45 goles y 20 partidos. Cifras que asustan. Esta sangría posiblemente se deba, en gran parte, a la salida del que era su mejor jugador en esa posición: Ashley Williams. En cuanto el Everton perdió a Stones supo muy bien a por quien acudir, tan solo 14 millones pagaron por él. El medio mejora un poco, aunque tampoco demasiado. Ahí encontramos a míticos como Britton, el coreano Ki o Cork. Futbolistas escasos de creatividad, pero de mucho trabajo. Más adelantados suelen jugar Sigurdsson, Fer, Montero y Routledge. El único que se salva de la quema es el holandés Fer. Lleva seis goles, máximo goleador del equipo, y de forma inexplicable no es indiscutible. El islandés Sigurdsson debería ser el jugador más importante de la plantilla, pero su temporada está siendo toda una decepción. Y la delantera tiene sus luces y sombras. El Swansea suele jugar con un único delantero, y es Fernando Llorente. El riojano al menos está haciendo goles, lleva seis, y los está anotando estas últimas jornadas. Borja Bastón llegó siendo el fichaje más caro en la historia del club, y no está jugando prácticamente nada. 18 millones pagaron por él al Atlético de Madrid y tan solo lleva un gol. Quizá ahora con Clement cambie su suerte. Cuánto echan de menos a André Ayew. Bueno, y a Michu, Paloschi, Bony…