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Estabilidad en el alambre

El Grasshoppers intentará este domingo acercarse a tres puntos del Basilea, líder liguero y último rival copero. No será el primer reto de Milan Vilotić

Dio diez pasos hacia atrás, y ya fuera del área inició su carrera hacia el esférico. Remató la pelota con la pierna diestra y se alojó en la red cuando Yann Sommer estuvo muy cerca de despejarlo. El Grasshopper Club Zürich conquistaba un título diez años después con la Copa de Suiza (Schweizer Cup). En la cuneta quedaba el FC Basel 1893, uno de los conjuntos de moda este curso en Europa. Para Milan Vilotić era una victoria importante, pero en 2010 ya logró su mayor trofeo.

Tras pasar por clubes menores de Belgrado como el Čukarički Stankom y el FK Lokomotiva, este prometedor central firmó por el club de sus sueños, el FK Crvena zvezda (Estrella Roja). Ese verano de 2009 fue perfecto para Vilotić. Gracias a su 1,87 metros de altura, el defensa disputó el Campeonato de Europa Sub-21 de la UEFA en Suecia y fichó por el campeón de Europa. En el torneo continental de la categoría apenas disputó 45 minutos, y en agosto ya estaba disputando eliminatorias previas de la UEFA Europa League con el Estrella Roja.

Todo marchaba de maravilla para un chico de 23 años que había trazado toda su carrera en Belgrado, pero un año después recibió una noticia impactante. Tras un examen médico, los galenos confirmaron que Vilotić tenía un tumor maligno en el omoplato y que debía poner fin a su carrera futbolística. Tras su operación en Bolonia y el periodo de recuperación, en enero recibió el OK para volver a jugar. Fue el 12 de marzo de 2011 cuando retornó a los terrenos de juego. Incluso ese mes de junio debutó con la selección absoluta en un amistoso frente a Australia.

El pasado verano dejó su querida Belgrado y puso rumbo a Suiza. En el Grasshoppers cayó de pie y entró en la columna vertebral del equipo de Zúrich. Además de tener muy cerca la participación en la próxima Champions League (es segundo y saca cuatro puntos al FC St. Gallen con tres jornadas por disputar), fue el artífice de que su nueva casa alzase un trofeo diez años después. Vilotić no tembló y batió a Sommer para el 3-4 final en la tanda de penaltis de la final copera ante el Basilea.

El Grasshoppers intentará este domingo acercarse a tres puntos del Basilea, líder, aprovechando el golpe de moral tras vencer este lunes la copa. Al igual que no tembló en el lanzamiento final desde los once metros, Vilotić afrontará con mucha tranquilidad su nuevo reto ante el campeón vigente campeón liguero helvético. Milan ya superó un envite en el que partía en clara inferioridad, y desde entonces se ha estabilizado en el alambre.