Mientras el 2017 apuraba sus últimos días, uno de los debates futbolísticos más comentados era quién sería el delantero que cerraría el año como máximo goleador. Los más conservadores seguro que apostarían por las figuras de Real Madrid y Barcelona. Mientras que otros valientes no perdían de vista las posibilidades de que Edinson Cavani o Robert Lewandowski arrebataran, por fin, ese logro a las dos súper estrellas del fútbol español. El hombre que ha puesto fin a la dictadura del gol protagonizada por Leo Messi y Cristiano Ronaldo desde 2010 no fue ni el polaco del Bayern de Múnich ni el uruguayo del París Saint-Germain. A última hora, como cuando la sirena avisaba del fin del recreo, Harry Kane protagonizó dos actuaciones magníficas para romper una hegemonía y, también, para batir un récord de la Premier League registrado en 1995.
22 años han tenido que pasar para que alguien destronara al goleador inglés por excelencia. Entre estas más de dos décadas de espera, la Premier League ha visto desfilar a delanteros de la talla de Thierry Henry, Didier Drogba, Dennis Bergkamp o Ruud van Nistelrooy. Poca cosa. Y ninguno de ellos pudo batir nunca la barrera de 36 goles en un año natural que firmó un joven de Newcastle en 1995. Robin van Persie se quedó a las puertas en 2011 con 35 tantos y el legendario ’14’ del Arsenal consiguió uno menos que el holandés siete años antes. Esos dos fueron los que más se acercaron al límite que en su día puso Alan Shearer cuando vestía la camiseta del Blackburn Rovers hasta que un chaval londinense fulminó sus registros en el pasado ‘Boxing Day’. Harry Kane ya es historia viva de la Premier League después de sus dos últimas exhibiciones de cara al gol ante Burnley y Southampton. Sendos hat-tricks le sirvieron para encumbrarse como el nuevo goleador del fútbol inglés sin discusión alguna.
Shearer y Kane. Kane y Shearer. Seguramente no haya dos arietes que caractericen mejor la figura del ‘9’ inglés con su fútbol. Líderes de su equipo, tremendamente competitivos y sabedores de que la buena labor de sus pies en la definición determinaría si el resultado sería favorable para los intereses de los suyos. Sus números, el baremo más empleado -aunque no siempre el adecuado- para estudiar el rendimiento de los hombres-gol, son la prueba irrefutable de que tanto el ex del Blackburn como el actual futbolista del Tottenham han sido los dos delanteros nacidos en las Islas Británicas que mejor han rendido en la Premier League. Dos voraces artilleros, cada uno con su forma de ser al calzarse las botas, separados por 22 años de diferencia en sus récords y unidos por vivir con un solo objetivo en su mente: ver el balón colarse en la meta rival.
Alan Shearer era de esos matadores a los que no les gusta fallar en su cita semanal con el gol. Era ponerse las botas y fijar un único objetivo con la mirada. Nada, ni nadie, podía entrometerse en su camino hacia la portería enemiga. Su excompañero Les Ferdinard lo tenía claro, si estaba Shearer, el gol para el Blackburn era cuestión de tiempo: “Fue el mejor delantero con el que jugué, simplemente por la gran cantidad de goles que metía. Cuando estábamos juntos en el ‘once’ sentía que podíamos ganar cada partido, porque sabía que él iba a marcar”. Los números corroboran esas palabras. En un glorioso 1995 para el Blackburn Rovers, que salió campeón de la Premier League por primer y única vez en la historia del club, el delantero inglés anotó en 25 de los 42 encuentros ligueros que disputó a lo largo del año. Los ‘riversiders’ que se desplazaban hasta Ewood Park se frotaban las manos con su ‘9’, el 1-0 ya estaba servido antes de que el balón echara a rodar. Así ocurrió en 20 ocasiones durante ese año, dejando su casillero particular a cero únicamente tres veces como local.
Por su parte, el heredero del récord, a diferencia de él, no es de esos tipos que siempre llega puntual a la oficina. Harry Kane no es de los que te asegura el gol diario, en este 2017 solo acabó seis partidos con un tanto en su cuenta personal. Eso sí, cuando toca hacer los deberes, sus registros se disparan. En trece encuentros ha conseguido batir al portero rival más de una vez -siete dobletes, cinco hat-tricks y un ‘póquer’-, reflejo de que los números de Alan Shearer y Harry Kane son muy parejos en cuanto a cantidad pero, a la vez, muy distintos en su manera de ejecutarlos.
Tras el primero de sus dos hat-tricks consecutivos, el delantero del Tottenham superaba el récord de Shearer, que festejó el hecho de que fuera un futbolista local su sucesor: “Ha tardado bastante en ser batido, 22 años. Pero si alguien tenía que superar mis números quería que fuera un joven delantero inglés”. Quizá Shearer perdió un récord que parecía inalcanzable, pero seguro que está satisfecho al ver que la estirpe de los delanteros ingleses que viven con la mirada fija en la portería rival sigue con vida gracias a futbolistas como Kane. Seguro que no son los más preciosistas de la clase ni los que dibujan jugadas y acciones de ensueño, pero son los que aseguran al resto del equipo que la victoria puede estar un poco más cerca a partir de sus goles, que al fin y al cabo, son el único fin que existe para llevarse el triunfo.