PUBLICIDAD

Amor y respeto por Olympiakos

Pocos entrenadores se han ganado el cariño de la afición de Olympiakos como Ernesto Valverde, ahora se enfrenta al club con el que conquistó tres ligas griegas

Valverde3Que te griten en Grecia los aficionados no es meritorio, de hecho es más bien un proceso rutinario. Lo complicado del asunto es que sus fervientes hinchas te aclamen en lugar de ofendan, ahí sí reside el mérito. En 2008 Ernesto Valverde cogió sus maletas y se marchó a El Pireo tras haber triunfado en el Espanyol, optó por buscar sus primeros títulos en una cultura y fútbol diferentes. Entrenar al Olympiakos es tan exigente como hacerlo para el Real Madrid o FC Barcelona en la Liga ya que no existe el término medio: se gana o se gana. No hay más. Si uno acepta el reto sabe perfectamente cual será su cometido, de no ser así las puerta del Pireo se abren con facilidad. Pero, ¿cómo no va a ser exigente un club que ha logrado 44 ligas griegas? El gran problema de la entidad helena es que muchas veces confunde exigencia con impaciencia. Si la paciencia es justa en los equipos actuales imaginad la que debe haber en un banquillo griego, entre que los presidentes tienen pocos dedos de frente y los hinchas acostumbrados al éxito inmediato se forma un cóctel interesante.

A Valverde no le fueron bien las cosas en sus inicios, podríamos afirmar que lo más sensato hubiera sido salir corriendo de Grecia tras caer eliminado por el Anorthosis en la previa de la Champions League. Perder en esta fase previa muchas veces es sinónimo de despido, por mucho que un técnico lleve tan solo unas semanas al cargo del equipo. Los dirigentes de Olympiakos mantuvieron la compostura, confiaron en Valverde y meses después el técnico les ofreció un nuevo título liguero y la copa nacional. Quizá muchos no lo recuerden pero el título copero lo conquistó ante el AEK tras 34 penaltis lanzados, como para haber perdido aquella final. Lo que había sido un inicio de campaña complicado terminó siendo un doblete. Pese a la notable aventura en Grecia, Valverde declinó continuar en tierras helenas y decidió regresar a España. No le fue bien en el Villarreal, aunque tampoco resultó ser un drama, y tras varios meses sin equipo decidió regresar al Olympiakos. ¿Qué tendrá esa casa de locos para que un tipo sensato como Valverde quisiera volver? Grandeza y el amor incondicional de un club. Todo es más sencillo de lo que puede parecer, lo que todos buscamos es trabajar con un grupo de personas que nos valoren y respeten, al Txingurri en pocos sitios lo adoraban más y aunque parezca increíble logró trabajar con cierta tranquilidad.

Valverde2Durante las siguientes dos temporadas siguió sin poder conseguir buenos resultados en Europa, nos hemos acostumbrado a que los equipos griegos deambulen por los torneos continentales. Es en la liga local donde se hizo fuerte, volvió a conquistar dos ligas más y una nueva final de copa gracias a un gol del español David Fuster en la prórroga. El presidente, Evangelos Marinakis, no pudo convencer a Valverde para que no abandonara por segunda vez El Pireo. El técnico extremeño alegó asuntos familiares para regresar a España. Desde que se fuera en el año 2012 han pasado por el Olympiakos: Leonardo Jardim, Nikopolidis, Michel, Vitor Pereira, Marco Silva, Víctor, Paulo Bento, Vouzas, Lemonis y Hasi. Diez entrenadores en cinco años han pasado por el banquillo de Olympiakos. Durante un amistoso celebrado el verano de 2014 con el Athletic, Valverde fue homenajeado en el estadio Karaiskakis. El presidente de la entidad le entregó una camiseta en la que ponía: “Leyenda de por vida”. Exactamente eso es Valverde para los aficionados griegos, un tipo que ha hecho de la sencillez la mayor de las virtudes.