Desde que Gianni Infantino llegara a la presidencia de la FIFA hace ya casi un año, una de las ideas que le rondaban por la cabeza era la expansión de los participantes del Mundial. La propuesta pasaba por incrementar la cita hasta 40 participantes, ocho más que en la actualidad; algo similar a lo que hizo la UEFA con la última Eurocopa disputada en Francia. Pues bien, un año después de que el exsecretario general de la misma UEFA se impusiera en las elecciones para presidir el máximo organismo del fútbol mundial, lo que parecía un rumor se ha hecho realidad. El Mundial de 2026, que aún no cuenta con sede oficial, será el que más participantes recoja hasta la fecha; y no serán 40 como se decía, finalmente veremos a 48 países en el mayor acontecimiento futbolístico del planeta.
En las 20 ediciones disputadas hasta la fecha, se han vivido dos expansiones en el número de selecciones. El de España’82 fue el primero en contar con 24 países y a partir de Francia’98 se sumaron otros ocho representantes a la cita. Pero, aparte del número de equipos, también se han vivido cambios en el formato. Los ha habido de todos los colores y con todas las fórmulas posibles. Algunas perduraron en el tiempo, otras cayeron en el olvido fugazmente. Mundiales sin fases de grupos y a eliminación directa desde el primer día; también a la inversa, con dos fases de grupos hasta concretar a los finalistas; hemos visto torneos con cuatro, seis y ocho grupos; o incluso los insensatos se atrevieron a hacer un Mundial sin final, aunque tuvieron la suerte de que el último partido decretó al campeón. Cambios que gustaron más, otros que apetecieron menos, pero todos ellos recordados por formar parte de una cita única y sin igual, que engancha a aficionados de todos los rincones del globo terráqueo.
I. El primer Mundial
Si hoy Jules Rimet volviera a la tierra por un día y al coger un diario leyera la noticia se tiraría de los pelos. ¡Un Mundial de 48 países! Mientras que él se volvió loco por poner de acuerdo a 13 selecciones que estuvieran en Uruguay para disputar el primer torneo mundialista de la historia allá por el 1930. Las dificultades de aquellas épocas para realizar viajes de tal magnitud complicaba la inclusión de países europeos en la cita. Eso, sumado al enfado de las selecciones del Viejo Continente por jugarse el Mundial al otro lado del Atlántico, provocó que solo Francia, Yugoslavia, Rumanía y Bélgica acabaran disputándolo.
Con la idea en mente de contar con 16 países, se formó una fase de cuatro grupos. Al haber tres participantes menos de los esperados, únicamente uno de los grupos fue compuesto por cuatro selecciones y los otros tres se llenaron con tres equipos. El habitual formato de todos contra todos clasificaba a un único participante por grupo, detallando así quiénes serían los semifinalistas. Argentina y Estados Unidos por un lado y Uruguay y Yugoslavia por el otro se jugaban el pase a la primera final de la historia. Los dos sudamericanos tuvieron el privilegio de estar en ella, pero fueron los anfitriones quiénes se llevaron el honor de ganarla.
II. No a la fase de grupos
Aún en la década de los años 30, los dos siguientes Mundiales llegaron a tierras europeas con un nuevo formato. Primero, Italia y, después, Francia fueron los responsables de su organización. También pensando en tener a 16 selecciones, se eliminó la fase de grupos para dar paso a un torneo a vida o muerte desde el primer partido. En tierras transalpinas se consiguió llenar todas las eliminatorias, pese a que Uruguay causó baja devolviendo el enfado a la Europa que se había negado a viajar a Sudamérica en el torneo anterior. Pero cuatro años más tarde, con Francia como telón de fondo y la Segunda Guerra Mundial en el horizonte, Austria no pudo formar parte de la cita tras su anexión a la Alemania nazi, por lo que Suecia avanzó directamente a los cuartos de final.
Sendos Mundiales contaron con una gran representación europea y con un escaso número de países de otros continentes. Egipto fue el primer africano en debutar en el torneo en Italia y las Indias Orientales Holandesas —actual Indonesia— también se atribuyeron ese mérito en el continente asiático en Francia, aunque en ambos casos su paso por el campeonato fue testimonial al ser eliminadas en octavos. Muy diferente fue el recorrido de Italia por los dos Mundiales previos al parón que tuvo la competición en los años 40 por la Segunda Guerra Mundial. Dirigidos por Vittorio Pozzo, al que se le atribuye la invención del catenaccio, estilo italiano por antonomasia, los italianos demostraron moverse como pez en el agua en este formato y conquistaron los dos primeros Mundiales de su historia.
III. Único Mundial sin final
Después de dos ediciones marcadamente europeas, el fútbol volvía a Sudamérica en 1950 con solo 13 participantes. Si una de las causas de la Segunda Guerra Mundial dejó a Austria fuera de Francia’38, esta vez las consecuencias bélicas dejaron a Checoslovaquia fuera de la cita. A ellos, se le sumaron Argentina, al estar enfrentada su federación con su homóloga brasileña, y Escocia, que desistió acudir a la cita pese a ganarse un lugar tras quedar segunda en el Campeonato Británico de Naciones tras la vuelta de las Asociaciones Británicas bajo el amparo de la FIFA.
Brasil era la encargada de organizar el certamen y tomó una decisión que, hasta el momento, nunca se ha repetido y todo hace pensar que no se volverá a vivir. Convencidos de que sería una decisión que le daría mayor espectáculo al torneo, optaron por suprimir la final. Los cuatro grupos iniciales —uno con cuatro selecciones, dos de ellos con tres y otro con dos dadas las ausencias— daban paso a un grupo final entre las primeras clasificadas de cada cuadro. España, Suecia, Brasil y Uruguay se lo jugaban en un todos contra todos y los resultados dejaron todo por decidir en el último duelo, en el Brasil-Uruguay. Con un empate Brasil salía campeón, pero Alcides Ghiggia se encargó de darle la victoria a los celestes y consumar el histórico ‘Maracanazo’.
IV. Asentados en un formato
La quinta edición, Suiza’54, sentó las bases de un nuevo formato más modernizado, similar a la fórmula actual. Cuatro grupos con cuatro selecciones cada uno —a partir de ahí las ausencias de última hora dejaron de estar a la orden del día—, clasificaban las dos primeras y se iniciaban las eliminaciones directas a partir de cuartos de final. El sistema gustó a la FIFA y a los participantes y en Suecia, Chile, Inglaterra y México, las siguientes sedes mundialistas, se repitió el esquema iniciado en Suiza. Durante esos 12 años, el fútbol conoció a un tal Pelé, ganador de tres Mundiales con Brasil, y los inventores de este deporte, los ingleses, tuvieron la suerte de celebrar y ganar el campeonato en sus tierras.
V. De grupo en grupo
En 1974 en Mundial llegó a Alemania con dos novedades. La primera era el cambio de trofeo, que dejaba de ser el Trofeo Jules Rimet para evolucionar a la actual Copa del Mundo dorada a la que todo futbolista sueña con besar ni que sea una vez en su vida. La otra novedad era una nueva variación en el sistema del torneo. La primera fase de cuatro grupos seguía intacta, pero se sustituyeron los cuartos de final y las semifinales por una segunda fase de dos grupos, a la que accedían los dos primeros clasificados de cada grupo de la fase anterior. Un doble todos contra todos en el que solo el líder se ganaba un puesto en la final. Tanto en Alemania’74 como en Argentina’78, donde se insistió conn la fórmula, la final la disputó el anfitrión ante la Holanda recordada como la ‘Naranja Mecánica’ y en ambos casos el nuevo trofeo no salió de las fronteras donde se jugó el Mundial.
VI. Primera expansión de participantes
Los 80 llegaron al fútbol con un nuevo cambio. En España’82 se vivió la primera expansión de selecciones en un Mundial. Se pasó de 16 a 24 participantes, debido al crecimiento y la evolución del fútbol más allá de Sudamérica y Europa. Con la suma de estos ocho nuevos integrantes se le añadieron otros dos grupos a la primera ronda y se siguió el sistema de Alemania’74 y Argentina’78 de una segunda fase de grupos pero con distintos matices. En el Mundial de Naranjito esta ronda estaba compuesta por cuatro grupos de tres equipos, en los que el campeón de cada cuadro se clasificaba para las semifinales.
A partir de México’86 se eliminó definitivamente esa segunda ronda para dar paso a los octavos de final. Seguían los seis grupos, pero los cuatro mejores terceros también accedían a la fase de eliminación directa. En Italia’90 y Estados Unidos’94 los planes no se alteraron y vimos a Diego Armando Maradona, a Lothar Matthaus y a Dunga levantar el trofeo.
VII. Segunda expansión de participantes
En Francia’98 llegó el Mundial que conocemos a día de hoy. 32 selecciones encuadradas en ocho grupos de cuatro selecciones en cada uno de ellos. A partir de ahí, clasifican los dos primeros y empiezan las eliminaciones directas a partir de octavos de final. Del mismo modo que ocurrió en España’82, la globalización y expansión del deporte rey permitió que cada vez acudieran más países a la cita mundialista. Este formato ha sido el más longevo desde Uruguay’30, contando con cinco ediciones hasta la fecha —serán siete tras la disputa de Rusia’18 y Catar’22—.
Desde esta última variación, el mayor acontecimiento balompédico de la Tierra ha seguido sorprendiendo a propios y extraños. Ha dado nuevos campeones como Francia o España; ha llegado a territorios que aún estaban por explorar, primero desembarcó en tierras asiáticas en Corea y Japón’02 y, más tarde, se expandió por África en 2010 al aterrizar en Sudáfrica; y pronto abrirá nuevas fronteras. Nos espera un polémico Mundial en invierno, aunque los futbolistas no deberán abrigarse al disputarse en Catar, y en un tiempo veremos a selecciones con diversas estrellas bordadas en el pecho jugar contra otras que nunca imaginábamos ver (hasta el punto de costarnos situarlas en el mapa) en una cita de tal calibre.