El caos es ese término que en la mitología griega designaba un abismo desordenado y tenebroso que existía antes de la creación del mundo y que vino a significar lo opuesto al orden. Una palabra que hemos arrastrado a lo largo de los años y le hemos dado los varios significados que tiene en hoy en día. Cuando alguien es desordenado o tiene una falta de coherencia se le dice que es un caos. Y cómo no, como pasa con muchas expresiones que, alejadas de su propia idiosincrasia, se moldean y se adaptan al fútbol para poder contar una situación que ocurre en el deporte que tanto amamos. Así pues, cuando se dice que una defensa es un caos, es que no tiene ningún orden y que cada uno de sus componentes hace la guerra por su cuenta sin seguir un patrón preestablecido. A veces esto ocurre por la poca predisposición de la zaga pero también porque la delantera adversaria es un quebradero de cabeza. Como lo es la noruega Ada Hegerberg, la máxima exponente del caos. El origen de todos los dolores de espalda en la defensa adversaria.
La punta del Olympique Lyonnais es una de las jugadoras más consagradas en el panorama futbolístico mundial. Sus goles, sus títulos y sus actuaciones la avalan. Hay pocas jugadoras tan decisivas como la noruega sobre un terreno de juego. Y su regreso a la selección de Noruega llega como agua de mayo para las escandinavas. Pero su vuelta no ha sido fácil. En diciembre de 2020, cuando el Lyon anunció la renovación de la delantera hasta junio de 2024 se supo la noticia que estaría fuera de los campos hasta la temporada siguiente por una grave lesión. 21 meses después de la noticia volvió a los campos en un partido frente al Häcken sueco, en la apertura de la Women’s Champions League.
Hegerberg es una de las jugadoras más consagradas en el panorama futbolístico mundial. Sus goles, sus títulos y sus actuaciones la avalan. Hay pocas jugadoras tan decisivas como la noruega sobre un terreno de juego
Pero vayamos un poco atrás en el tiempo. Hegerberg nació el 1995 en Molde, una ciudad conocida por su equipo masculino de fútbol, uno de los más laureados del país. Sus primeros pasos en el fútbol los dio en el Sunndal Fotball, con su hermana mayor Andrine. Después de mudarse en 2007 a Kolbotn, donde se unió al equipo de la ciudad, debutó en 2010 y en agosto de 2011 anotó un hat-trick en siete minutos frente al Røa, un partido en el que, además, su hermana también marcó. Con 16 años Ada fue la jugadora más joven de la historia en marcar tres goles en la Toppserien, la primera división femenina de Noruega. Además de terminar como máxima goleadora del equipo y elegida como la jugadora joven del año. Una proeza al alcance de muy pocas. Después de un año en el Stabæk hizo el salto a una de las ligas más grandes de Europa, la alemana, firmando por el Turbine Potsdam, donde siguió marcando y maravillando a todo aquél que la veía. Un solo año tardó en firmar por uno de los clubes más grandes de Europa y que venía de ganar ocho títulos domésticos consecutivos. Con el fichaje de Hegerberg, se aseguraron el noveno. Y es que en 22 partidos anotó 26 goles, unas cifras increíbles.
A partir de aquí, Ada Hegerberg ha ido construyendo la figura que es hoy en día con constancia, sacrificio y mucho talento. Porque es una goleadora nata, y así lo demuestran sus números con las francesas. Más goles que partidos jugados. Una jugadora única, de leyenda. Si repasamos su palmarés nos quedamos de piedra. Siete ligas francesas, cinco copas, seis Champions… Lo ha hecho todo a nivel colectivo e individual. Pero le queda la espina de la selección nacional.
Siete ligas francesas, cinco copas, seis Champions… Lo ha hecho todo a nivel colectivo e individual. Pero le queda la espina de la selección nacional
Noruega es una de las selecciones más laureadas a nivel mundial. Integra un grupo de privilegiadas, con Alemania y Estados Unidos, que han ganado el Mundial, la medalla de oro en los Juegos Olímpicos y el torneo de su respectiva confederación. Pero de este dominio de las escandinavas ya hace unos años. Ahora la situación es completamente diferente, en la Eurocopa de 2017 las noruegas abandonaron el torneo en la fase de grupos sin marcar ni un solo gol. Y en el Mundial de 2019 perdieron en cuartos frente a Inglaterra. Estos dos fracasos también se pueden atribuir a la baja de Hegerberg. Y es que en el verano de 2017 la delantera del OL anunció su retirada de la selección nacional por una disputa con la Federación Noruega de Fútbol. Hegerberg pedía la igualdad de género, pero no solo en los salarios en la selección nacional, sino en las oportunidades y mejoras a nivel competitivo, logístico y personal. La federación del país respondió con la equiparación salarial, siendo el segundo combinado que tomaba esa medida después de sus vecinas danesas. Sin embargo, Hegerberg consideró que no era suficiente, ya que no se trataba de una cuestión de dinero, sino de muchos otros derechos más.
Y ahora, cinco años después, Ada volvió a la selección. Lo hizo el 7 de abril de este año y, como no podía ser de otra manera, anotó un hat-trick frente a Kosovo en la victoria de las noruegas por 5-1. Porque Hegerberg es insaciable. Porque tiene el gol entre ceja y ceja. Porque es la máxima exponente del caos en las defensoras. Porque representa los valores de su selección a la perfección. Ada Hegerberg es una de las jugadoras a tener en cuenta en esta Eurocopa, porque ella sola puede hacer sonreír a un país entero.
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Fotografía de Getty Images.