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Cuando un balón es el tesoro

Inspirados en Stranger Things, en el Aspense han convertido a Eleven y sus colegas en un grupo de amigos del pueblo para su campaña de captación de socios

Que los Goonies son los padres es ya una realidad. Era sólo una cuestión de tiempo que los nacidos entre el 75 y el 85 se pusieran a procrear y que legaran a sus hijos las aventuras que algún día les hicieron vibrar en el cine. Lo sabes tú, lo sé yo y también lo sabe Netflix, que explota como nadie la nostalgia por un mundo de guardabarros y walkmans en su serie Stranger Things.

La vieja historia de unos niños en busca del tesoro perdido nunca se termina. En la UD Aspense también lo saben y su añoranza por tiempos pasados les hizo refundar el viejo Aspense y poner en marcha uno de los primeros clubes de fútbol de Accionariado Popular en la Comunidad Valenciana. Si los padres de los Goonies vivían asediados por especuladores que pretendían construir un campo de golf encima de sus casas, los progenitores de los críos que hoy en día buscan que sus hijos practiquen el fútbol, viven bajo la losa de un deporte gentrificado.

Por eso los niños y niñas del spot del Aspense no recorren el pueblo en busca del oro perdido de Willy el tuerto, sino que buscan encontrar un viejo balón. Puede parecer un tesoro escaso y, sin embargo, esa pelota es la primera piedra de todo un proyecto. Porque en el tercer año de su aventura, el UD Aspense busca formar a niños y niñas a través del deporte y animarlos a jugar en una cancha donde lo importante también es ganar a pesar del resultado. Ganar amigos, ganar valores, ganar condiciones físicas para una vida más sana y ganar historias que contar cuando sean mayores en torno a una mesa.

En la 2018-2019, era de influencers, selfies, redes sociales y otros viajes al fondo del ego humano, el Aspense se ha puesto manos a la obra para formar a los niños y niñas que participen de su escuela mixta. Con el primer equipo a punto de ascender la última temporada, la escuela – organizada por profesionales de las ciencias deportivas que también son socios del club- es el gran reto del tercer año de la UD Aspense. Por eso, inspirados en la historia Netflix, la junta directiva del club ha decidido convertir Aspe en Hawkings y a Eleven y sus colegas en un grupo de amigos del pueblo para su nueva campaña de captación de socios. Sólo la cantera garantizará que el Aspense sea una gran serie a la que le queden muchas temporadas. Porque los Goonies ya son los padres, pero padres dispuestos a demostrar que la idea de que un balón es un tesoro y cada tarde jugando con amigos puede ser una aventura, no es sólo cosa de nostalgia.