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Buena suerte, Ubogagu

Con un equipo plagado de estrellas siempre se agradece que jugadoras más desconocidas se luzcan. El caso de Chioma Ubogagu no iba a ser menos

Chioma Ubogagu CD Tacón
Chioma Ubogagu CD Tacón

La Liga Iberdrola tiene, este año, un componente distinto. Quizás porque el FC Barcelona femenino está siendo una auténtica apisonadora sin dejar ni un milímetro de ventaja a sus rivales. De 16 partidos jugados, el Barça ha ganado 15 y solo ha cosechado un empate. Nueve puntos de ventaja le saca al segundo clasificado, que es el Atlético de Madrid. Pero hay que remontarse a meses atrás, concretamente al 22 de junio de 2019, cuando el todopoderoso Real Madrid, en su afán de expandir su negocio futbolístico, compró la plaza del CD Tacón, un equipo modesto que se había ganado, a base de esfuerzo y dedicación, el ascenso a la máxima categoría del fútbol femenino español.

El gran revuelo mediático y el desembarco de estrellas mundiales a la plantilla como Jakobsson, Asllani, Daiane, entre otras, todos lo conocemos. Con un comienzo más amargo que dulce, con ese resultado abultadísimo que le endosó el Barça (recordemos que fue un 9-1), el Tacón ha tenido que ir adaptándose a medida que se van sucediendo las jornadas. Complicado inicio el que tuvieron, pero con el paso del tiempo el equipo se ha ido asentando y, con ello, se ha producido el resurgimiento de estas estrellas. Aunque podríamos destacar una por encima de todas. Una delantera inglesa que, contra todo pronóstico, se ha echado el equipo a la espalda a base de goles y asistencias.

Chioma Ubogagu nació el 10 septiembre 1992 en Londres aunque tiene ascendencia nigeriana, ya que sus padres tuvieron que marcharse del país por problemas económicos. Cuando Chioma tenía solo tres años, madre, hija y hermano mayor emprendieron un nuevo viaje, esta vez a Estados Unidos, ya que sus padres se habían divorciado. En este nuevo continente empezó a familiarizarse con el juego, formando parte del equipo de su instituto, el Coppell Cowgirls. Su siguiente club fue el D’Feeters, de la zona septentrional de Texas, con el que ganó dos Copas del Estado Norte de Texas, organizada por la Asociación de Fútbol de EE.UU., además de ser nombrada Jugadora del Año de Texas en 2010.

En 2011 llegó a la Universidad de Stanford como número uno del Top Drawer Soccer, el sistema de elección de futbolistas universitarios. Fue elegida mejor debutante y ayudó a su equipo a ganar su primera Copa Universitaria Femenina, siendo ella la mejor del torneo. Después de unos años jugando en EE.UU. recibió la llamada de sus sueños: jugar con el Arsenal Ladies Football Club. Era el club de su infancia, al que había apoyado siempre después de ver un derbi de Londres entre el Tottenham y los ‘Gunners’. Es anecdótico -e incluso una broma pesada- porque su abuelo y su padre son fervientes seguidores de los ‘Spurs’ mientras que ella decidió apoyar a su eterno rival. Es más, su abuelo jugó alguna que otra vez con la elástica del Tottenham. Quizás el momento más importante de Chioma Ubogagu fue su posterior paso por el Orlando Pride, donde formó parte de una plantilla que contaba con estrellas como Alex Morgan y Marta Vieira, consideradas las mejores jugadoras del mundo.

Su próxima y última etapa hasta el momento comenzó con su fichaje por el CD Tacón el 30 de agosto de 2019. Una aventura que ha supuesto un soplo de aire fresco para la atacante inglesa. Ha disputado 14 partidos, doce como titular, anotando cinco goles, convirtiéndose así en la máxima goleadora del equipo empatada con Jakobsson.

Pero, ¿cómo podemos definir a Chioma Ubogagu? Puede que si no conoces sus orígenes, solo veas la mitad de la realidad. Nació en Londres, lejos de su Nigeria natal, pero ese ADN africano se ha mantenido intacto, floreciendo cada vez que salta al campo. Parafraseando a Alberto Edjogo-Owono, autor de ‘Indomable’, en el país de origen de la jugadora “el deporte siempre ha sido una de las grandes fuentes de orgullo nacional debido al poderío físico que los nigerianos llevan incrustado en su ADN. Los atletas nigerianos han sobresalido siempre gracias a su explosividad innata, una resistencia al sufrimiento por encima de lo habitual y una fisonomía muscular que les aporta esa zancada tan exuberante”. Ubogagu tiene la inmensa suerte de pertenecer a dos mundos completamente opuestos: África y Occidente. Y de una inexplicable forma, ha agarrado lo mejor de ambos para convertirse en una futbolista completísima, con una mentalidad trabajadora y una visión de juego espléndida. Puede que el destino haya entrado en juego, su ‘buena suerte’ (‘chioma’ en idioma igbo, lengua nigeriana, significa ‘buena suerte’) ha sido determinante para que sea ella, y no otra, la que esté triunfando en este equipo.