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Donde unos ven cambio, nosotros vemos nuestro futuro

Donde el resto solo ve imposibles, adidas ve en estos jóvenes y extraordinarios futbolistas la posibilidad de que el fútbol español vuelva a recuperar el trono

Nuevos tiempos. Nuevas caras. Nuevas ilusiones. La selección española pasa ahora por un momento de cambios, de transición, de búsqueda de una hornada fresca, joven e ilusionada que pueda repetir los éxitos que no hace tanto hicieron de la ‘Roja’ el combinado más potente del fútbol internacional.

Aquellos tiempos en los que los Iker Casillas, Gerard Piqué, Carles Puyol, Sergio Ramos, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, David Villa, David Silva o Fernando Torres conquistaron Europa y el mundo ya forman parte del pasado. Poco o nada queda de todo ello. Solo las pinceladas que le dan las caras de unos Sergio Busquets y Jordi Alba aún fundamentales para el juego del conjunto de Luis Enrique. Y junto a los pocos veteranos, caras jóvenes, extremadamente jóvenes algunas, preparadas para coger el relevo, hambrientos de volver a soñar en grande, hastiados de que el resto los vea como una nueva generación que tendrá imposible de alcanzar las mismas cotas que su predecesora.

Porque a Unai Simón no le da miedo situarse bajo los palos de la Catedral del fútbol español. A Diego Llorente y a Èric Garcia les ha curtido la dureza de la Premier League y las enseñanzas de Marcelo Bielsa y Pep Guardiola, respectivamente. A Pedri González no le ha temblado el pulso a la hora de coger las riendas de la sala de máquinas más indescifrable de este juego. A Dani Olmo no le asustó cruzar fronteras y crecer lejos de casa, en Croacia y en Alemania. A ninguno de ellos, ni a sus compañeros, parece inquietarles el reto. Tampoco a un Luis Enrique que ha confiado plenamente en ellos, dándoles toda la responsabilidad pese a su juventud. Alineando a chavales que no llegan ni a los veinte, como el caso de Pedri, o a otros que se encuentran este verano ante su primera oportunidad para hacer algo grande vistiendo la camiseta de la ‘Roja’, con Ferran Torres en una banda, Olmo por la otra, Rodri actuando de brújula y cerrojo del centro del campo, Marcos Llorente reinventándose en el costado para el servicio de los demás o Pau Torres erigido como uno de los líderes de la defensa.

Quizá para el mundo sea osado. Puede que lo tilden de arriesgado, de imprudente, de temerario. Pero donde el resto solo ve imposibles, estos jóvenes futbolistas, extraordinarios, potenciales genios, ven la posibilidad de que el fútbol español vuelva a recuperar el trono, a ser reconocido por el planeta por el estilo único que identifica su fútbol, por regresar a los tiempos en los que medirse a la selección se presentaba como un desafío mayúsculo, del que era casi imposible de salir airoso. En el fútbol, como en la vida, es imprescindible dar oportunidades a quien todavía nunca las ha tenido; permitir que talentos desconocidos se abran camino; ofrecer las mismas oportunidades a quien viene de fuera, sin un currículum consolidado que al resto. Inclusión, al fin y al cabo. El fútbol y adidas tienen ese pilar fundamental. Ahora es el momento de la alternativa a la nueva ‘Roja’, la de los jóvenes de Luis Enrique, y de demostrar que no existen los retos son inalcanzables: impossible is nothing.