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Verón, el último rockero que se resiste a morir

A sus 41 años, y tras dos retiradas, Juan Sebastián Verón regresó al césped para ayudar a Estudiantes de la Plata. Una cuestión de amor a unos colores

Este artículo, firmado por Roger Requena, se publicó originalmente en la web de Highbury, socio digital de Panenka. 


 

Hay quienes, en Barcelona, otorgan la categoría simbólica de presidente a Gerard Piqué por su peso institucional, más allá del deportivo. Cierto es que el propio jugador ya ha reiterado en más de una ocasión que le gustaría, en un futuro, ocupar ese cargo. Apoyo de los aficionados, por lo que parece, no le faltará. Pues bien, existe un futbolista de primer nivel que ha anticipado los deseos del propio central catalán y desde hace unos meses ya ejerce, de forma inédita en el mundo del fútbol, como presidente y futbolista al mismo tiempo. Se trata de Juan Sebastián Verón (La Plata, 1975), quien a sus 41 años, y pese a dos retiros, decidió efectuar su enésimo regreso a las canchas con la zamarra del equipo de su vida, Estudiantes de La Plata. Lo hizo, claro está, con su dorsal de siempre: el 11.

“¿Decíme, Juan, quién es mejor, Diego o Lionel?”, podría preguntarle cualquiera de los aficionados al fútbol. Muchos han visto jugar a Maradona y a Messi, pero solo hay una persona en todo el mundo que ha podido jugar varios partidos oficiales con ambos. Es Verón, un veterano cuya envergadura y fisionomía recuerdan más a la de un curtido portero de discoteca, pero que, tanto en el campo como en los despachos, se desenvuelve con una inusual soltura. Las piernas aún sostienen a ‘La Brujita’, veterano centrocampista que no pisaba una cancha profesional desde el 2014. Fue un retorno especial que, para la afición pincharrata, supuso algo parecido al retorno de leyendas como Michael Jordan, Michael Schumacher, Lance Amstrong o Magic Johnson.

 

“Me sentí bastante bien. No digo muy bien, pero mejor de lo que pensaba. Tengo que seguir entrenando, la práctica ayuda”

 

El pasado 15 de enero, volvió a calzarse de nuevo sus botines para jugar el primer tiempo del Esporte Bahía-Estudiantes la Plata, partido que cerraba la participación de los pincharratas en la Florida Cup, un torneo amistoso que servía de preparación para el tramo final de la temporada. “La gente me decía que estaba loco”, bromeó tras redebutar. “Si lo ves, está impecable, es difícil verse fuera de un campo de juego”, le elogió el ex ídolo de Newell’s y ex jugador de Espanyol y Atlético Maxi Rodríguez, que coincidió con Verón en la selección argentina. “Es raro que un compañero del plantel sea presidente, lo tomamos de la mejor manera y nos ayudamos mutuamente. Verón y los referentes nos explican constantemente lo que es el club y lo que significa estar acá”, agregó Leandro González Pirez, defensor del equipo pincha.

“Me sentí bastante bien. No digo muy bien, pero mejor de lo que pensaba. Tengo que seguir entrenando, la práctica ayuda”, reconoció el propio Verón, quien formó como titular en un doble pivote con el brazalete de capitán. Pese a su inactividad, no desentonó en su estreno y se le vio activo y movedizo. Siempre fue el encargado de servir las jugadas a balón parado, e incluso estuvo cerca de servir el primer gol. Su talento permanece intacto. Lo aseguró su propio técnico, Nelson Vivas, y lo corroboró con los minutos que pudo disputar. Es de las pocas excepciones de un fútbol, el argentino, del que él mismo dijo que “se corre mucho pero se piensa poco”. Con él, el campeonato argentino recupera jerarquía y una cabeza capaz de organizar el juego que puede darle aún mucho a este deporte y a un equipo, Estudiantes, que culminó la primera fase de la liga argentina a cuatro puntos del líder, Boca Juniors, y que espera poder llegar lejos en una Copa Libertadores en la que debutará en marzo.

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El presidente mira por su club

“Si hoy puedo volver es porque en su momento paré. Tenía unas molestias que me preocupaban, pero ahora siento que tengo la necesidad de volver a jugar al fútbol profesional”, aseguró Verón días antes de su regreso. Su suerte, sin embargo, le haría recordar poco después por qué tuvo que dejar el fútbol, y es que el centrocampista sufrió una nueva lesión muscular en la Copa de Oro del Torneo de Verano ante San Lorenzo que le obligó a abandonar el terreno de juego antes del descanso. “Sufrió una lesión muscular grado dos en el bíceps femoral izquierdo”, informó el servicio médico del club, que no aclaró cuánto tiempo volvería a volver Verón, quien ahora vuelve a seguir un proceso de recuperación antes de juntarse de nuevo con el resto del grupo.

Verón cambió el traje y la corbata por las botas y las medias, los despachos por un césped en el que, confiesa, aún puede “competir al máximo nivel”. Dejó el fútbol en 2012 y, aunque volvió en 2013, lo volvió a dejar en 2014. Ahora, sin embargo, más allá de la estabilidad institucional que aportó a Estudiantes, tiene un gran objetivo entre ceja y ceja: terminar la construcción del nuevo estadio platense. Y es que a finales de 2017 verá la luz la remodelación del Estadio Jorge Luis Hirschi, campo construido por primera vez hace 110 años, en 1907, y que en el 2007 fue demolido para luego ser reconstruido. “Mi sueño ahora es terminar este estadio”, asegura, sobre un deseo que debería haber concluido en 2010, y que su gestión hará posible. Su vuelta, de hecho, servirá como estrategia para enganchar a que más aficionados den colorido a las 25.000 sillas del nuevo campo. “Si vendemos el 65% de los palcos en tres meses, juego la Libertadores 2017 con Estudiantes”, se atrevió a pronosticar el pasado septiembre. La cifra se logró, y de ahí el ansiado retorno.

 

Sin necesidad de un sueldo añadido, Verón, que ha firmado un contrato para los próximos 18 meses, recibirá un salario mínimo que dará al desarrollo del deporte del club

 

“No vengo a salir campeón de la Libertadores y poder tener una revancha con Messi (a quien ya se enfrentó en el Mundial de Clubes de Abu Dabi de 2009). Mi intención es ayudar al club desde la parcela que sea posible, y ahora siento que también podré hacerlo dentro del campo”, prosigue Verón, algo más que un símbolo para Estudiantes. Preside el club desde octubre de 2014, cuando ganó las elecciones a Joaquín Lombardi, quien traía a Carlos Bilardo de vicepresidente. Pero la experiencia en la gestión del grupo, su trayectoria en la entidad pincharrata (ha disputado 273 partidos oficiales y anotado 33 goles) y su historial familiar, pesaron más ante los ojos de los socios platenses.

Digno heredero de ‘La Bruja’

Verón, que nunca terminó de dejar el fútbol, pues siguió jugando de forma amateur en el Estrella de Berisso, podrá estrenar de esta forma un campo situado en el mismo lugar en el que, años atrás, su padre brillaba a base de goles. Juan Ramón Verón, ‘La Bruja’, tampoco fue una figura cualquiera en Estudiantes. Ahí se curtió como delantero en tres etapas en las que convirtió 90 goles en 324 encuentros. Luego, una vez retirado, llegó a desenvolverse como asesor deportivo de una entidad que vio nacer futbolísticamente a ambos. “Todos dejamos algo por el club”, asegura cuando se le pregunta si ha mejorado el legado de su padre en la entidad. En el caso del hijo, duró poco, pues tras debutar en Primera Divisón en 1994, el equipo descendió. Al año siguiente, sin embargo, recuperó la categoría, con récord de puntos incluído en la B, para terminar fichando por Boca Juniors en el torneo Clausura de 1996. Ahí coincidiría con Diego Armando Maradona en un equipo en el que también destacaba el prolífico delantero Claudio Caniggia. Por detrás, además, empezaba a emerger la figura de Juan Román Riquelme, cuyo protagonismo estaba en la rampa de lanzamiento, listo para aprovechar su momento.

Sin necesidad de un sueldo añadido, Verón, que ha firmado un contrato para los próximos 18 meses, recibirá un salario mínimo que dará al desarrollo del deporte del club que le catapultó a entidades como Boca Juniors, Parma, Sampdoria, Lazio, Manchester United, Chelsea o Inter, además de la selección argentina. Así pues, durante el próximo año y medio, los pincharratas añaden un volante que vuelve al césped sin dejar los despachos, actividades que compaginará para llevar al equipo de su niñez lo más lejos que pueda. “Vengo para lograr algo importante”, aseguró ‘la Brujita’, quien ya solo piensa en recuperarse de su lesión y volver a las canchas. La calidad y la ambición se resisten al paso del tiempo. Ha vuelto Verón, ha vuelto la magia platense.

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