Entre Jordania y Nueva Zelanda, ahí está Gabón. En la posición 108 del ranking FIFA. Pero, ¿qué nos importan estas clasificaciones? Cuando rueda el balón dan igual los números, o que Etiopía y Mauritania estén al mismo nivel futbolístico que Aubameyang y sus chicos. Del fútbol africano me apasionan muchas cosas, sería difícil enumerarlas todas. Voy a nombrar dos de ellas. La primera es la incertidumbre que se vive en ambas áreas, y la segunda es la confección de sus plantillas para los grandes torneos. Muchos juegan en Europa, otros lo hacen sus ligas nacionales, unos pocos no tienen equipo y algunos están repartidos por todo el globo, en destinos ilógicos teniendo en cuenta su procedencia. El fútbol da muchas vueltas, y es un error caer en la percepción de que solo se puede jugar en Europa. Como si aquí tuviéramos el monopolio de todo. Nos jode que se vayan a China nuestras grandes estrellas, pero nos hace gracia que las de África den mil vueltas en busca de una oportunidad.
Tan solo se habla del binomio Aubameyang-Camacho. Una pareja extraña, como Munitis y Zigic. Son los anfitriones y como es lógico la estrella del Borussia Dortmund acapara todos los focos. Es la máxima esperanza de cara a hacer un gran torneo. Aubameyang ha sido el primer goleador en las ediciones de 2012, 2015 y 2017. Todos conocemos el camino del delantero del Dortmund, o el de Lemina, futbolista de la Juventus. Vamos a detenernos en la trayectoria de otros futbolistas de Gabón.
DIDIER OVONO (PORTERO)
El primero de nuestros protagonistas es el portero titular. Cuántas vueltas ha dado el bueno de Ovono para terminar jugando en Bélgica. Actualmente está en el KV Oostende, comparte portería con otro mito como Silvio Proto. Su carrera comenzó en la liga local, pasó por FC Sogea y AS Mangasport, uno de los clubes más importantes del país. Otro mito africano, como es Thomas N’Kono, tenía una escuela de fútbol, y allí fue Ovono a probar suerte. Tras este periplo con la leyenda camerunesa, le buscó un club en el que comenzar lejos de su continente: el Alianza FC de El Salvador. Sí, como suena. Ovono, portero de Gabón, probó suerte en El Salvador. En una entrevista para la FIFA decía lo siguiente: “Allí aprendí que el fútbol podía ser un oficio. En África es un juego, rara vez se practica en serio. Con Alianza, aprendí a detestar la derrota”. Esta reflexión quizá tenga mucho que ver con la indolencia que vemos en las selecciones africanas en ambas áreas. Pese a su buena sintonía con el club y aficionados, hizo las maletas rumbo a Portugal. No le fueron bien las cosas en el Paços Ferreira, y buscó un nuevo destino: Dinamo Tbilisi. No sé qué es más extraño, ver el portero titular de Gabón jugando en El Salvador o en Georgia. Sus mayores éxitos deportivos los logró en este país, llegando a levantar tres trofeos. Por último, antes de recalar en Bélgica, probó suerte en Le Mans y Sochaux.
FRANCK OBAMBOU (DEFENSA)
Obambou juega de defensa central, y no es titular en su selección nacional. Tiene ya 29 años y su carrera futbolística no ha dado tantas vueltas como la de Ovono, ni por asomo. Pero sí tiene algo en común con su portero, ha jugado en el continente americano. ¿Y dónde lo hizo? En Venezuela. Jugó para el modesto club Tucanes de Amazonas. Se trata de un equipo de Puerto Ayaucho, que ahora milita en la segunda división venezolana. Llegó procedente de la cuarta división de Sudáfrica, residía allí junto a su hermano que era un estudiante en la universidad de Johannesburgo. Logró hacerse con la titularidad del Tucanes de Amazonas gracias a la lesión de su capitán. Jugó a gran nivel, y fue elegido mejor defensa de la temporada 2013/2014. Pese a sus buenas actuaciones, regresó a Gabón debido a la situación política que se vivía en Venezuela. Es de los pocos jugadores que militan en la liga local.
BENJAMIN ZÉ ONDO (DEFENSA)
Nuestro tercer protagonista juega en Europa, pero muy lejos de las grandes ligas. Eso sí, al menos Zé Ondo vive en un país pequeño pero interesante: Malta. En la Premier League de Malta juegan bastantes africanos, no es nada raro debido a su población y la cercanía con el continente. Resulta más curioso ver que en su equipo, el Mosta FC, tiene siete compañeros de Jamaica. Desconozco la relación Malta-Jamaica, más allá de haber sido ambas colonias inglesas. El defensa pasó por Marruecos hasta terminar recalando en la isla. Hace dos años tuve el privilegio de observar la liga de Malta en directo. En vivo, sin ningún tipo de anestesia. Presencié las semifinales de copa. Era una mezcla entre un nivel horroroso pero a su vez me parecía algo precioso. Allí no había ningún reducto de magia o talento, pero sí mucha entrega. No sé como se jugaría al fútbol en sus inicios, pero en aquel encuentro entre Hibernians y Quormi hicieron una recreación perfecta. El Mosta FC va último en liga, directos al descenso a la segunda división maltesa.
SERGE-JUNIOR MARTINSSON NGOUALI (CENTROCAMPISTA)
Mitad sueco y mitad gabonés. El choque cultural es maravilloso. De madre sueca y padre gabonés, Serge Junior juega para el IF Brommapojkarna, de la segunda división. Le entrena un mito como Olof Mellberg. La curiosidad de este modesto club es que es considerado como el que más equipos tiene en todas sus categorías de Europa. De aquí han salido futbolistas como John Guidetti, Albin Ekdal o Ludwig Augustinsson. Nuestro protagonista ha jugado en las categorías inferiores de la selección sueca, pero ante la llamada de Gabón no ha dudado. Llegó incluso a disputar los Juegos Olímpicos con Suecia. Eso sí, ha retirado el apellido Martinsson de la camiseta y lleva el de Ngouali. Le da un toque más africano. Tiene una gran competencia en su posición con Lemina y Ndong, pero ya irá sumando partidos. Esta pasión por el fútbol quizá venga de su madre, quien jugó a este deporte en la década de los ochenta.
GUELOR KANGA (CENTROCAMPISTA)
El mediocentro gabonés abandonó su país rumbo a Rusia a sus 22 años de edad, un cambio bastante radical. Fichó por el FC Rostov y sufrió más de un episodio bastante desagradable. Durante un partido de la Premier League rusa recibió insultos racistas por parte de los aficionados del Spartak de Moscú. Kanga respondió con su dedo corazón, harto de los gestos que recibía. ¿Qué hizo la federación rusa? Sancionarle. Sí, le metieron tres partidos de sanción. Pero eso no es todo lo que le pasó en su estancia en el Kuban. Su técnico era Igor Gamula y fue condenado a cinco partidos por decir que en su equipo había bastantes jugadores negros. Tres años estuvo Kanga jugando en Rusia, y hace unos meses firmó por un histórico club europeo: el Estrella Roja. Esperemos que en Serbia no sufra el racismo, es el primer futbolista gabonés que juega allí.